La Unión Europea inició la evaluación de posibles medidas arancelarias para los coches eléctricos chinos después de observar una entrada ‘masiva’ de casi 200,000 vehículos entre octubre de 2023 y enero de 2024. Esta cifra representaba un aumento del 11% en comparación con el mismo periodo del año anterior y del 14% en relación con el periodo equivalente entre octubre de 2022 y enero de 2023.
Finalmente, después del anuncio del incremento de los aranceles realizado hace unos meses, se han producido una avalancha de noticias y respuestas por ambas partes. El gobierno de Xi Jinping ha solicitado de manera insistente a Bruselas que anule estos aranceles, mostrando su disposición a negociar para evitar un nuevo enfrentamiento comercial y algunos fabricantes han realizado alegaciones para tratar de reducir estas medidas.
La UE vuelve a modificar los aranceles
Antes del verano, la Comisión realizaba una leve corrección de los aranceles. Originalmente, tenía previsto imponer aranceles del 17,4% a BYD, del 20% a Geely y del 38,1% a SAIC que se ajustaron ligeramente en el caso de las dos últimas: Geely al 19,9% y SAIC al 37,6%. Asimismo, los aranceles para los fabricantes que colaboraron con los servicios comunitarios durante la investigación se redujeron del 21% al 20,8% y el de aquellos que no cooperaron del 38,1% al 37,6%.
Ahora, la Comisión Europea anuncia una nueva reducción tras revisar las ayudas que recibe el sector del automóvil chino. El gravamen para BYD será del 17%, el de Geely del 19,3% y el de SAIC del 36,3%, cifras ligeramente inferiores a las anunciadas inicialmente.
Los fabricantes que cooperaron durante la investigación enfrentarán un arancel del 21,3%, tres décimas más que en la primera propuesta. Y aquellos que no colaboraron tendrán que pagar el arancel más alto del 36,3%, también reducido respecto al máximo del 38,1% propuesto anteriormente. Estos aranceles se sumarán al 10% general que la Unión Europea ya cobra sobre las importaciones de vehículos eléctricos de batería.
La situación especial de Tesla
Como novedad, Bruselas ha anunciado un arancel del 9% para Tesla por su producción en China, tras realizar un examen específico solicitado por la compañía de Elon Musk durante el proceso de investigación. Este gravamen, más bajo en comparación con el aplicado a otras empresas chinas, se debe a que Tesla tiene una estructura empresarial más sencilla en China y no recibe autofinanciamiento como ocurre con otras firmas que se benefician de subsidios estatales.
En el caso de las 'joint ventures' entre fabricantes europeos y chinos, se aplicará el arancel correspondiente a las empresas asiáticas asociadas.
Los aranceles provisionales entraron en vigor en julio, pero solo se recaudarán si la UE decide imponer aranceles definitivos tras un periodo de cuatro meses. La fecha límite para esta decisión es el 30 de octubre; si se aprueban, los aranceles definitivos entrarían en vigor al día siguiente y se aplicarían durante cinco años.
Mientras tanto, la Comisión Europea sigue dialogando con Pekín para buscar una alternativa a los aranceles. Bruselas subraya que corresponde a China presentar una solución que aborde el problema comercial de manera comparable a los aranceles propuestos.