Aunque a lo largo de los más de 100 años de historia del mundo del motor muchas han sido las historias increíbles que han llegado a nuestros oídos, otras muchas han permanecido en secreto o en el anonimato. Historias de éxitos, a veces de fracasos y, en ocasiones, de cambio. La era eléctrica está generando muchas anécdotas a lo largo y ancho del mundo. Ahora, por primera vez, podemos saber cómo se forjó una de las alianzas más extrañas de nuestro tiempo, la que unió a BYD y a Toyota con el objetivo de lanzar un coche eléctrico en China. Así se forjó la aventura del Toyota bZ3.
Para poner un poco en antecedentes, China y Japón nunca han mantenido una buena relación, ni social ni comercial. Como si el perro y el gato se tratasen, ambos países han mantenido posturas contrarias durante mucho tiempo por los diferentes conflictos que ha habido entre ellos a lo largo de los años. Sin embargo, no hay nada que la economía no pueda unir. No es ningún secreto que Toyota está algo rezagada con sus lanzamientos eléctricos. Aunque esperan ofrecer hasta 30 modelos diferentes a finales de la década, por ahora sólo se han registrado dos.
El proyecto apenas tardó dos años tras la firma del acuerdo entre Toyota y BYD
El bZ4X es el que más conocemos porque es el primero en llegar a nuestro mercado. Desde el principio ha estado rodeado de problemas que, lamentablemente, le han impedido triunfar. Sin embargo, esta no fue la primera unidad de la gama bZ de Toyota. Ese honor siempre le corresponderá al Toyota bZ3, un coche que sólo está a la venta en China. Su desarrollo acelerado se llevó a cabo con BYD, el mayor y más importante fabricante de coches chino. Si hay alguien a quien debemos dar gracias de esa extraña alianza es a Takero Kato, que acaba de contar su particular historia.
Hay que remontarse al año 2018 para conocer los inicios. Por entonces, tal y como ha reconocido el propio Kato, emprendió un viaje de negocios en China para buscar proveedores locales para la nueva fábrica de Toyota en el país. Una de esas visitas le llevó a visitar los centros de BYD y fue entonces cuando Kato se dió cuenta de la dura realidad. "Por primera vez me encontré cara a cara con la competitividad de los componentes chinos". Después de ver los procedimientos, los equipos y la tecnología pensó, “¡estamos en problemas!”. Con esta dura impresión, Kato volvió a Japón y fue designado por la cúpula de Toyota para liderar un proyecto inédito hasta la fecha, el primer eléctrico de la compañía.
Los japoneses son muy meticulosos en sus procedimientos, todo está milimétricamente ensayado y pensado, pero su capacidad de respuesta ante problemas es pausada. Todo lo contrario que los chinos. Con un ritmo de trabajo frenético, los ingenieros de BYD empezaron a trabajar y muchos eran los cambios que había que realizar sobre la marcha. Una de las modificaciones más importantes fue el rediseño de los bajos tras cinco meses de proyecto. Según el propio Kato, en Japón esa operación habría supuesto la paralización del proyecto, pero los chinos siguieron adelante. En octubre de 2022, apenas dos años después de iniciar el proyecto, el coche se presentó en sociedad. El resto, como se dice, es historia.