El nuevo SUV eléctrico anunciado por Volkswagen tendrá un tamaño similar al del Tiguan que mide 4,5 metros de longitud, por lo que completará al ID.4 y al ID.5, que actualmente ya se comercializan. Para poner en marcha este proyecto el fabricante alemán dedicará una inversión de 460 millones de euros a la planta de Wolfsburg destinados a las nuevas líneas de producción del ID.3 y a las del modelo anunciado.
Este nuevo coche eléctrico completará la gama de SUV eléctricos de Volkswagen situándose por tamaño entre el ID.4 y el ID.5 (4.584 mm y 4.599 mm respectivamente) aunque también indica que su longitud se aproximará a la del Tiguan, que es algo más pequeño (4.509 mm).
Aprovechará la evolución de la plataforma MEB sobre la que se fabrican todos los coches eléctricos del Grupo Volkswagen. La arquitectura MEB+ permitirá aumentar la velocidad de carga al admitir potencias mayores y también mayores autonomías, según ha anunciado el CEO de la marca Thomas Schaefer.
La plataforma MEB+ es una evolución de la arquitectura MEB en cuyo desarrollo el grupo alemán invirtió casi 5,5 millones de euros. Esta admite diferentes tipologías de vehículos y también baterías de varias capacidades: 55, 62 y 82 kWh integradas por celdas NCM 712 (70 % de níquel, 10 % de cobalto y 20 % de manganeso). El suministrador inicial es LG ES, aunque Volkswagen dejó la puerta abierta a otros fabricantes y a otras químicas más evolucionadas.
La batería del nuevo modelo empleará las celdas estándar que el propio fabricante producirá en la planta de Schaefer a partir del año 2025. Por ahora no se ha especificado un cronograma en el que se incluya la presentación oficial del modelo, el inicio de la campaña de comercialización y las primeras entregas a los clientes. La nueva plataforma permitirá autonomías de hasta 700 kilómetros y una mejora significativa en los tiempos de recarga ya que admitirá potencias de 175 y 200 kW en corriente continua.
Para mejorar la capacidad de producción y el rendimiento de la fábrica de Wolfsburg, Volkswagen añadirá la producción del ID.3 que arrancará de manera parcial el próximo año. La producción a la máxima capacidad está programada para 2024, aunque también continuará fabricándose en la actual fábrica de Volkswagen en Zwickau, Alemania.
La planta de Wolfsburg emplea actualmente a 60.000 trabajadores que todavía ensamblan modelos con motor de combustión como el Golf, el Tiguan o el Touran. La producción de esta planta, en otras épocas insignia de la compañía, entró en una descendente desde 2015 cuando de ser capaz de producir alrededor de 800.000 vehículos anuales, cayó drásticamente a menos de 400.000 con la pandemia del coronavirus.
Volkswagen también confirmó que continua adelante con sus planes de construir su buque insignia eléctrico con funciones avanzadas de conducción autónoma en el marco de su proyecto Trinity basado en la plataforma de software SSP que actualmente se encuentra en desarrollo. En febrero de 2023 decidirá si producirá los modelos Trinity en la planta de Wolfsburg o si levantará una nueva fábrica para ellos.