La oferta de coches eléctricos de Volkswagen, formada actualmente por el ID.3 y el ID.4, crecerá tanto por arriba como por abajo en los próximos años. Sin embargo, lo que parecía una prioridad para la marca, que era extender su catálogo a vehículos más grandes, probablemente por su mayor rentabilidad, parece que no está tan clara. El Volkswagen ID.2, la versión SUV del futuro ID.1 parece que se adelantará en su fecha de lanzamiento al utilitario urbano y eléctrico del que derivará.
Cuando Volkswagen llamó a su primer coche eléctrico ID.3, dejaba claramente abierto el campo para los modelos del segmento D, por encima y para el segmento A, por debajo, tal y como en su día reconoció el jefe de ventas de la marca Jurgen Stackmann. Los más pequeños de la familia, el ID.1 e ID.2 según la nomenclatura de Volkswagen, será comparables en tamaño y segmento al Polo y al T-Roc. El precio objetivo para este modelo sería de 20.000 euros.
Inicialmente parecía que primero sería el pequeño utilitario urbano el que, reemplazando al veterano e-up!, tomase la iniciativa. Según declaró el director de estrategia de producto, Michael Jost, "El crossover eléctrico y compacto es un proyecto actual que tendrá su culminación en 2023, o 2024 a más tardar". Pero el de los coches eléctricos urbanos es un mercado complicado, en que el precio de venta debe estar muy contenido para que puedan ser competitivos, lo que deja poco margen de beneficio. Además, esa reducción de precio no permite cargarlos excesivamente de equipamiento, con lo que todavía se hace más complicado hacerlos rentables.
Según informa AutoExpress será el ID.2 el primero en llegar. Ambos modelos emplearán la versión reducida de la plataforma MEB, denominada MEB Entry y serán fabricados, con mucha probabilidad, por SEAT en España. Precisamente en marzo, se filtró la posible silueta del Volkswagen ID.2, que surgió tras las informaciones sobre la confirmación del consorcio público-privado entre SEAT, Volkswagen, Acciona y el Gobierno de España para fabricar los coches eléctricos compactos del Grupo Volkswagen.
La reducción de escala de la plataforma eléctrica del Grupo obligará a implementar baterías más pequeñas, probablemente de alrededor de 30 kWh de capacidad, en las versiones estándar, y 45 kWh opcionalmente en las versiones tope de gama, lo que se traduciría en este último cao en una autonomía real de más de 300 kilómetros.
Silueta del Volkswagen ID.2 filtrada por la web holandesa Autovisie.
El trabajo de Volkswagen en el desarrollo del ID.2 será lograr reducir los costes de producción de manera que el precio de venta de la versión de entrada a la gama no supere los 20.000 euros. Introducir en primer lugar la variante SUV supone un pequeño matiz a esta estrategia. En primer lugar se adapta a los gustos de los conductores, puesto que este tipo de coches está siendo cada vez más demandado por el mercado en prácticamente todos los segmentos, en detrimento de los compactos, las berlinas y los monovolúmenes. Y en segundo lugar porque la compra de un vehículo SUV incluye un componente más emocional que el de un utilitario, lo que permitirá que buena parte de las unidades se configuren entre las variantes más costosas, lo que aumentará su rentabilidad.
La información también señala que el ID.2 y el ID.1 tendrán sus modelos equivalentes bajo las marcas de SEAT y Skoda que también se fabricarán en la planta de Barcelona. Volkswagen está planteando la posibilidad de construir una planta de fabricación de baterías en España, junto a las instalaciones donde se espera que se construyan los modelos más pequeños de la familia ID.