Cada vez que Volkswagen habla de coches eléctricos se les llena la boca de esperanzas y sueños con lo que intentan captar la atención de los conductores. Su primera generación de eléctricos no está obteniendo los resultados esperados. El precio es uno de los grandes inconvenientes y el problema más difícil de resolver.
La tecnología está, las ideas también, pero falta ese último y fundamental detalle que determinará su éxito o fracaso. Los alemanes han confirmado la llegada de un coche eléctrico pequeño y barato, pero lo han hecho sin tener muy claro cómo y dónde fabricarlo. El problema es más importante de lo que podemos imaginar.
A finales de la semana pasada, el máximo responsable de la marca Volkswagen, Thomas Schäfer, anunció a los cuatro vientos la llegada de un coche pequeño impulsado con baterías con un precio de salida de, aproximadamente, 20.000 euros, dentro de la gran agenda de lanzamientos para esta década.
Durante mucho tiempo se ha especulado con ese posible lanzamiento y ahora, por fin, sabemos que se hará realidad. Se presentará en 2026, un año después de la llegada del Volkswagen ID.2. Su hermano mayor ya está en fase de desarrollo, pronto empezarán a verse las primeras unidades de pruebas. Por el momento, se ha anunciado con un precio objetivo de 25.000 euros.
El volumen, clave para que los eléctricos baratos sean rentables
Entre los planes confirmados de este ID.2 se encuentra el emplazamiento de su producción. España será la encargada de ensamblar el ID.2 y todas las unidades mellizas de marcas como Skoda y Audi. Como ya hemos dicho, el gran reto con su hermano pequeño es hacerlo económicamente viable. Volkswagen necesita producirlo y venderlo en grandes cantidades para que salga rentable.
Hoy por hoy, a la espera de unas baterías más pequeñas y baratas, es la única solución posible para crear coches eléctricos baratos. China demuestra esta teoría de forma repetida con la llegada continua de coches impulsados por baterías.
Ante los alemanes surgen varias posibilidades. La que ha tomado más fuerza en las últimas semanas es la posible asociación con Renault. Los franceses ya han confirmado la llegada del nuevo Renault Twingo para el año 2025. Se basará en la plataforma AmpR Small que estrena el Renault 5 y, según su CEO, Luca de Meo, los galos han dado con el secreto para fabricar coches eléctricos pequeños y económicamente rentables.
Esa posible asociación franco-germana puede hacerse efectiva. Renault ya ha confirmado los contactos, aunque por el momento no hay nada firmado o concreto. No habrá que esperar mucho para conocer los detalles definitivos de Volkswagen.
El propio Schäfer ha reconocido a medios alemanes que la decisión final se tomará en las próximas semanas. El tiempo apremia y no hay mucho margen de maniobra para los alemanes. Ya sea de forma compartida o por su propia cuenta, Volkswagen tiene que definir los planes para su coche eléctrico más barato. Actualmente ya se está trabajando en la parte de diseño.
Cuatro equipos de creativos están generando los bocetos y las líneas preliminares del futuro ID.1. La apuesta eléctrica del Grupo Volkswagen quedó confirmada la semana pasada. Oliver Blume, CEO del conglomerado, remarcó la apuesta: “El futuro de Volkswagen es eléctrico. Mantendremos nuestros planes”.