Volkswagen quiere liderar la industria del vehículo eléctrico en cinco años. "Creo que seremos la compañía más rentable", aseguró el pasado viernes Herbert Diess, CEO del grupo alemán, después de que el consejo directivo del fabricante aprobase el plan a cinco años en el que se aumenta la inversión en eléctricos hasta unos 44.000 millones de euros. El nuevo presupuesto supone un incremento de 10.000 millones respecto al proyecto fijado en 2017. El objetivo, según el presidente del Consejo de Supervisión, Hans Dieter Pötsch, es convertir a Volkswagen en un "proveedor mundial de movilidad sostenible". El proyecto supone un tercio del gasto planeado para los próximos años, según confirmó el propio Pötsch.
La compañía ha dado un giro radical a su estrategia comercial con la aprobación del nuevo plan. La semana pasada, Volkswagen ya confirmó que sus pronósticos apuntaban a fabricar un millón de vehículos eléctricos a partir de 2025. Para ello, las plantas de Hannover y Emden serán remodeladas para que solo fabriquen eléctricos a partir de 2022. En la factoría de Zwickau, al este de Alemania, se comenzará la producción de la serie I.D., la primera gama de eléctricos de Volkswagen fabricados a través de su plataforma MEB y que serán comercializados desde 2020. El objetivo es que solo en Zwickau, en la que se invertirán 1.200 millones de euros, se consiga un ritmo de 330.000 vehículos fabricados al año desde el lanzamiento del primer modelo, Neo, en 2019.
Volkswagen planea aumentar la productividad de sus plantas en un 30% para 2025. Sin embargo, los sindicatos aún deben firmar el plan en vistas de conocer cual será el futuro de los trabajadores. En Alemania existen 436.000 puestos en la industria relacionados con la fabricación de modelos de combustible o diésel. Según un estudio de ING, un motor de este tipo requiere unos 1.400 componentes, mientras que una batería para un vehículo eléctrico solo tiene 200, por lo que la reducción o la transformación del empleo será inevitable. La marca, por el momento, ha comenzado la formación de los 7.700 empleados de la fábrica de Zwickau para adaptarlos a la industria venidera.
Descartada la fusión con Ford
Diess aprovechó también para desmentir los rumores que apuntaban a una posible fusión con la estadounidense Ford. "Nuestras compañías se complementan muy bien en términos de productos y regiones, pero una fusión no está en nuestra agenda", explicó el CEO. La plataforma MEB es una tecnología propia de Volkswagen que permite la producción en masa de eléctricos, y su alianza con Ford iría enfocada al segmento de los vehículos comerciales. "Es el núcleo de la cooperación que prevemos", dijo Diess, que se mostró optimista con el potencial de la MEB para desarrollar la nueva generación del SUV Amarok y otros modelos del mismo tipo.
Asimismo, Volkswagen ya ha anunciado otros acuerdos para su expansión internacional, principalmente con proveedores chinos y coreanos (SK Innovation, Samsung SDI y LG Chem) con los que ha llegado a un acuerdo para invertir 4.000 millones de euros en diferentes proyectos de innovación en movilidad eléctrica. Además, la producción del modelo Passat se trasladará a la planta de Skoda en Kvasiny, República Checa, donde construirán conjuntamente los modelos Super B y Kodiaq del fabricante checo a partir de 2023. Volkswagen busca también localización, presumiblemente en el Este de Europa, para su otro gran proyecto a nivel europeo: construir una fábrica "multimarca" para que otras firmas puedan construir sus modelos basados en la plataforma MEB.