Oliver Blume es el nuevo CEO del Grupo Volkswagen. El directivo alemán, de 56 años, se encargará de llevar la batuta tanto del consorcio alemán al completo como de la propia Porsche, donde militaba hasta ahora, lo que llevará a que en muchos casos aplique a todo el grupo lo que ya ha practicado a "baja escala" en la firma de Stuttgart, y el primer paso parecen ser los combustibles sintéticos, es decir, los llamados e-fuels.
En Híbridos y Eléctricos ya nos hemos atrevido a bautizar esta manera de gestionar empresas como "La fórmula Porsche", pues desde que el directivo llegase a las filas de la marca alemana, no ha habido, prácticamente, una mala decisión. Y es este estilo de gestión el que precisamente le ha hecho ganar el puesto que pasará a ostentar desde el próximo 1 de septiembre.
Ahora, gracias a una declaraciones de que el medio alemán Automobilwoche ha recogido, hemos sabido que Blume tiene potencialmente, entre otras muchas intenciones, la de extender el uso de combustibles sintéticos a todas las marcas del grupo. "Vemos los combustibles sintéticos como un buen complemento a los coches eléctricos", ha comentado el directivo alemán.
Uno de los logros más llamativos de Blume durante su andadura en Porsche fue la de lanzar el programa de desarrollo de combustibles sintéticos mientras que el resto del Grupo Volkswagen se orientaba de manera radical hacia el coche eléctrico por baterías siguiendo la pauta de Herbert Diess, pues desarrollar este tipo de combustibles requiere una millonaria inversión y hacerlo con todo el grupo tomando una dirección distinta necesitó de una aprobación tanto por parte de Diess como de la junta directiva del consorcio alemán. Bien sabemos, no obstante, que Blume cuenta con el beneplácito de la familias Porsche y Piech.
A los combustibles sintéticos aún les queda un largo camino por recorrer, ya que para adecuarse a las exigencias de la Unión Europea tiene que ser neutro en cuanto a emisiones tanto en su producción como durante su uso. Para esto mismo Porsche ya ha construido una planta de producción de combustibles sintéticos en Chile, en una zona del país en la que se registran fuertes rachas de viento constantemente, algo que pretenden aprovechar para generar energía, y con ello producir los llamados e-fuels.
Si bien es cierto que aún es pronto para dar nada por hecho, el propio Oliver Blume ha declarado que de llegar a tener una salida comercial y producirse a gran escala, los combustibles sintéticos podrán llegar a tener un precio que rondará los 2 euros por litro, algo que en el contexto actual de precios de gasolina y diésel no parece, del todo, una mala opción.
