El Grupo Volkswagen evitó, el pasado viernes, y con un acuerdo de última hora la mayor crisis en sus 87 años de existencia. No en vano, y tras la publicación de sus resultados del tercer trimestre de 2024, su CEO reconoció hace meses que llevaban arrastrando "problemas estructurales" desde hace décadas y valoraron medidas como, incluso, plantearse el cierre de hasta tres de sus fábricas en Alemania y/o trasladar la producción del Volkswagen Golf fuera de Alemania.
Unas medidas que, por supuesto, causaron impacto entre sus trabajadores. Pero finalmente, el pasado viernes, el Grupo y los sindicatos de sus operarios alcanzaban un acuerdo provisional por el que el segundo fabricante mundial y el primero en Europa se comprometía a no cerrar ninguna de sus fábricas en Alemania.
Amplios recortes, incluso en el suelo de los directivos, a cambio de no cerrar las fábricas
Pero ese acuerdo conllevaba unas medidas que se han dado a conocer estos últimos días. En concreto, el sindicato IG Metall -uno de los más importantes en Alemania- y el comité de empresa han señalado, tal y como recoge Europa Press que la reconversión de la actividad no “requerirá despidos por motivos operativos”, aunque sí que habrá importantes recortes en las bonificaciones a los empleados y en el pago de participaciones sobre los beneficios.
Además, y tal y como señaló la compañía en una rueda de prensa y recogen desde Autonews, el Grupo Volkswagen habría acordado con los sindicatos recortar más de 35.000 empleos en sus fábricas alemanas para 2030 “de una manera socialmente responsable”, un hecho que ayudaría a la compañía -que emplea a más de 300.000 personas en el país germano- ahorrar más de 15.000 millones de euros en gastos.
Pero los recortes en beneficios salariales no sólo afectarán a los trabajadores. Volkswagen ha anunciado que también reducirá los bonus de hasta 4.000 directivos en un 10% en los próximos dos años. La reducción también se mantendrá durante los tres años siguientes, hasta 2029, y los bonus descenderán un 8%, un 6% y un 5% respectivamente.
El futuro de las fábricas bajo amenaza de cierre
Tras más de 70 horas de negociaciones entre Grupo y sindicatos, el acuerdo alcanzado implica que, paras las fábricas en Alemania que Volkswagen valoraba cerrar, la compañía ha accedido a reutilizar las instalaciones de Dresde -donde se fabrican muchos de los coches eléctricos de la marca alemana- para otras actividades distintas a la producción de vehículos. La producción de vehículos en esa planta se detendrá a lo largo de 2025.
En cuanto a la fábrica de Osnabrück, el Grupo se ha comprometido a buscar un inversor externo con el que acordar su venta.
El resto de las fábricas del Grupo en Alemania permanecerán abiertas, si bien y tal y como recogen Europa Press y otros medios, será la planta de Zwickau la que sufrirá mayores cambios.
Así, en un futuro próximo la fábrica cerrará una línea de montaje y pasará a fabricar únicamente el SUV eléctrico Q4-etron de Audi, mientras que la producción del resto de modelos que ya se ensamblan allí, como los Volkswagen ID.3 e ID.4 y el Cupra Born se trasladará a las fábricas de la empresa situadas en Wolfsburgo y Emden.
Trasladar la producción del Volkswagen Golf a México, otra medida para rebajar costes
El acuerdo alcanzado valora la posibilidad -aunque agencias como Bloomberg o Reuters la dan por segura- de trasladar la producción del Volkswagen Golf, el modelo más vendido de la marca Volkswagen y del que se han comercializado más de 37 millones de unidades- desde su actual producción -en exclusiva- en Wolfsburgo, Alemania, a la planta mejicana de Puebla.
Pero esta posibilidad podría no ser tan rentable, ya que en 2023, Volkswagen apenas vendió 10.000 unidades del Volkswagen Golf en Estados Unidos -el principal mercado de los modelos fabricados en Puebla- y, además, para 2028 se espera que salga al mercado la versión eléctrica de este compacto, fruto de la colaboración del Grupo con Rivian, la empresa norteamericana de coches eléctricos.
Una vez alcanzado el acuerdo, varios ejecutivos del Grupo Volkswagen destacaron su importancia. Así, el CEO del Grupo, Oliver Blume, destacó que “después de largas e intensas negociaciones, el acuerdo es una señal importante para la viabilidad futura de la marca Volkswagen.
Además, el director financiero del Grupo, Arno Antlitz publicó en Linkedin que “el acuerdo alcanzado en las negociaciones de negociación colectiva marca un paso importante en el camino para hacer Volkswagen AG más competitivo en Alemania”, señalando que este acuerdo supondría una “reducción de los costos laborales” y, también, el recorte en “la capacidad de producción en las plantas alemanas de Volkswagen en unas 730.000 unidades”.
Antlitz también quiso dejar claro que “estas medidas son esenciales para garantizar la competitividad [del Grupo Volkswagen] a largo plazo” y que deberán “intensificar esfuerzos” para “asegurar una transición exitosa a la electromovilidad”.