Volkswagen tiene muchos planes para el futuro, pero el Proyecto Trinity es el más importante y ambicioso de todos ellos. Los alemanes están haciendo la mayor inversión de su historia para posicionarse como el mayor fabricante de coches eléctricos del mundo. Su objetivo es alcanzar a Tesla, pero no solo en unidades vendidas, también en tiempo de fabricación por unidad, donde Volkswagen muestra tiempos mucho mayores que los de Austin.
Muchas empresas, entre ellas Volkswagen, han reconocido el poderío de Tesla para determinadas cuestiones. Una de ellas es el tiempo de fabricación de sus coches. Mientras que un Volkswagen ID.3 tarda de media unas 30 horas en fabricarse (todo el proceso), un Tesla Model Y se completa en un plazo de 10 horas. El Proyecto Trinity, con un fondo de más de 2.000 millones de euros, tiene como objetivo reducir esos tiempos, tratando de igualarse a los plazos de los americanos.
Tal y como comenta Christian Vollmer, jefe de producción de la marca Volkswagen, a Reuters en una entrevista: «Nuestro objetivo es claro: queremos establecer el estándar con nuestra producción. Si podemos llegar a las 10 horas, habremos logrado algo grande». La tarea será costosa y no será rápida. En los últimos años, Volkswagen ha estado trabajando en la mejora de procesos y en la productividad en general con una tasa anual del 5%. A pesar de ello, los modelos de combustión tardan en producirse entre 14 y 18 horas según el modelo.
Tras la llegada de Tesla al país germano, los fabricantes alemanes han intensificado sus operaciones para dominar el mercado, sabedores que la cercanía de los de Austin puede terminar desnivelando la balanza. Para lograrlo, Volkswagen plantea copiar el modelo de producción de Tesla, empleando grandes prensas y un uso más intensivo de robots. Según apuntan las informaciones, no será Wolfsburgo la planta que reciba la giga-prensa, sino que será la cercana factoría de Kassel la que cuente con ella para después trasladar las piezas a la fábrica principal.
Giga-prensa y más allá
El Proyecto Trinity no solo contempla la aceleración de los procesos de fabricación, el objetivo también es la producción de la nueva plataforma SSP, tecnología de conducción autónoma y finalmente un modelo que por el momento conocemos como Volkswagen Aero B. Con un desarrollo partido desde cero, el objetivo es hacer de esa súper berlina eléctrica un referente en el mundo por capacidades y tecnología. Eficiencia llevada al límite de las posibilidades con grandes baterías y autonomías de récord en la industria.
Todo ello completado con una tecnología embarcada capaz de deslumbrar al mundo, incluyendo sistemas de asistencia de nivel 4 con capacidad de conducción casi autónoma. Se espera que el lanzamiento final del producto se realice en 2026. Será entonces cuando Volkswagen tenga lista la maquinaria para recuperar ese trono perdido tras la llegada de nuevos actores como Tesla. Los alemanes saben que tienen la capacidad y el capital para llevar la estrategia adelante, ahora solo queda por ver si finalmente son capaces de efectuarla correctamente.