Aunque ya es tónica habitual, no deja de sorprendernos la velocidad y la facilidad que tienen los chinos para adaptarse a las necesidades a la hora de aplicar cambios en sus vehículos. Sin embargo, no es lo mismo corregir un defecto de software que el suministro de un componente esencial para un coche eléctrico como es la batería. Hace unos meses que Xiaomi presentó en sociedad su primer vehículo, el SU7, y ya desde el principió causó gran furor por su diseño y, sobre todo, por sus características. Una berlina eléctrica que ha tenido un éxito inesperado para la marca. Tal es así que Xiaomi ha tenido que buscar un nuevo proveedor de baterías para no provocar un cuello de botella en la línea de montaje.
Las estimaciones se han quedado cortas, muy cortas. La compañía esperaba producir durante el primer año 80.000 unidades, aproximadamente, pero esa cifra no alcanza a cubrir toda la demanda solicitada. Los pedidos se agolpan en los concesionarios. El SU7 alcanzó las 50.000 peticiones sólo en las primeras 24 horas iniciales de su comercialización. Es decir, Xiaomi tenía vendida casi la producción del primer año apenas un día de anunciar los precios de venta al público. Si bien esto puede ser la gran esperanza para todo fabricante, también supone un problema de imagen. Muchos compradores no están dispuestos a esperar muchos meses para tener su coche eléctrico.
Dos compañías rivales alimentando a uno de los eléctricos más demandados del mercado
De las 80.000 unidades previstas al año, Xiaomi ha tenido que pisar el acelerador y elevar el ritmo hasta las 100.000 unidades, pero ni con esas parece que vayan a satisfacer la demanda. El problema es que los proveedores no dan a basto. No son capaces de fabricar los componentes al mismo ritmo que la gente demanda sus coches. Ante este panorama de retrasos y ante la más que evidente aparición de un cuello de botella, los directivos no han tenido más remedio que buscar soluciones. Ahora se anuncia que Xiaomi diversificará la entrega de baterías. Su socio principal, BYD tendrá que compartir entregas con sus archienemigos de CATL. Los dos proporcionarán las baterías del modelo de acceso.
Esta estrategia es empleada por otros fabricantes de coches eléctricos, como Tesla. Los americanos han firmado acuerdos con diferentes proveedores y a la hora de ensamblar el coche los clientes no tienen forma de elegir entre un fabricante u otro. No supone mayor problema pues se entiende que el rendimiento y la autonomía son las mismas indistintamente del firmante de la pila. El SU7 básico monta baterías LFP, una batería con demanda creciente en la industria. FinDreams, filial energética de BYD ha sido la encargada de proveer en exclusiva hasta la fecha. CATL se ha especializado en las baterías de iones de litio, pero desde hace tiempo también se ha centrado en las químicas LFP.
Ni que decir tiene que el modelo estándar del SU7 ofrece la misma autonomía independientemente de la batería que integre. El rango homologado, en ciclo WLTP, es de 700 kilómetros. La potencia de carga también es la misma. Ambos fabricantes se comprometen a recuperar 350 kilómetros de autonomía en una rápida conexión de 15 minutos. Otro factor clave es el precio y ahí los clientes tampoco notarán diferencia alguna. La tarifa básica es de 215.900 yuanes, que aplicando el correspondiente cambio de moneda vienen a ser unos 27.800 euros. Un precio realmente atractivo teniendo en cuenta todo lo que se ofrece a cambio.
En cuanto a las versiones superiores, Xiaomi ha confirmado que no habrá cambios. Dado que su demanda no es tan alta, CATL seguirá siendo el proveedor exclusivo. Las versiones intermedias equipan baterías Shenxing, mientras que las unidades más potentes, recogidas bajo el apellido Max, montan unidades Qilin. Mientras tanto, Xiaomi sigue sin detallar planes concretos para su llegada a Europa. Sabemos que el SU7 llegará al Viejo Continente, incluyendo España, pero no sabemos ni cuándo ni a qué precio. Algunos rumores apuntan a un lanzamiento comercial en 2025. La compañía quiere primero afianzarse en su propio país, anular todos los problemas de suministros y de cadena de montaje para posteriormente hacer las maletas y ofrecerse en un mercado que demanda coches tan interesantes como el SU7. Este puede que llegue de la mano del segundo modelo de la casa. Xiaomi ya ha confirmado que trabaja en un SUV.