La fábrica de Zwickau es uno de los centros de producción más antiguos de Alemania. Un lugar que todavía se recuerda como sinónimo de la antigua Alemania Oriental, que Volkswagen va a convertir en el icono de su nuevo capítulo basado en la electrificación con la fabricación, a partir de noviembre de sus primeros coches eléctricos de la familia ID. Para lograr este objetivo, la instalación necesita una remodelación completa en la que se invertirán 1.200 millones de euros.
El Volkswagen ID. inaugurará la gama de vehículos eléctricos de la marca. Un primer modelo compacto que saldrá de las líneas de producción de Zwickau y que asegura que se venderá al precio de un diésel bien equipado. Dos meses después del inicio de la producción, se alcanzará la capacidad máxima de la instalación, 1.500 unidades al día, lo que la convierte en la planta de fabricación de vehículos eléctricos más grande de Europa. La producción total alcanzará los 330.000 vehículos que se venderá bajo los anagramas de Volkswagen, Audi y Seat.
Volkswagen ID. Concept.
La remodelación de la planta
Por primera vez en su historia, Volkswagen tiene como objetivo entregar a sus clientes un automóvil producido en su totalidad sin emisiones de carbono. Según Thomas Ulbrich, director de movilidad electrónica de la marca "creemos que esto es un factor clave para el éxito, puesto que nos proponemos vender una gran cantidad de vehículos eléctricos".
Y este no es un objetivo fácil de lograr. Los vehículos eléctricos pueden no emitir carbón en funcionamiento, pero comienzan su "vida energética" con una clara desventaja en comparación con los vehículos convencionales, ya que se necesita una considerable cantidad de energía para producir sus paquetes de baterías. La respuesta de Volkswagen a esta circunstancia es "evitar, reducir y compensar".
En primer lugar, durante los próximos 6 a 12 meses, Zwickau se remodelará para que funcione exclusivamente con energía hidroeléctrica procedente de Austria. En segundo lugar, gracias a sus ambiciosos planes, con una previsión de hasta 15 millones de vehículos basados en la plataforma eléctrica MEB, Volkswagen ha tenido capacidad de negociación para acordar con sus suministradores, como es el caso de LG Chem, que todas las celdas de baterías suministradas deben fabricarse con energía renovable, incluso si los proveedores tienen su sede en países como Polonia, que depende en gran medida del carbón para la electricidad.
Para eliminar el CO2 restante, emitido durante la fabricación de ciertas partes, o del gas natural utilizado para calentar la instalación, se restituirán con programas de compensación de carbono. El Grupo planea la plantación de árboles o la introducción de sistemas de filtración y plantas de tratamiento de agua en países en desarrollo, para evitar el uso de madera para purificar el agua.
Inversión millonaria en Zwickau
El Grupo Volkswagen invertirá 1.200 millones de euros para que la fábrica de Zwickau esté preparada para la transición. Casi el 40% de ese total se destinará al taller de carrocería ya que solo el peso de la batería requiere una estructura completamente nueva para soportarlo. Para garantizar la rentabilidad de los automóviles eléctricos de Zwickau a lo largo de su ciclo de vida, la productividad debe incrementarse en un 20%, de los que solo la mitad provendrá de aumentar la producción diaria. El resto se logrará durante el ensamblaje final, donde los robots colaborativos acelerarán la fabricación, instalando, por ejemplo, módulos de cabina completos mientras la línea aún se está moviendo.
Los robots colaborativos incrementarán la productividad de Zwickau.
Los 7.700 empleados de la planta mantendrán sus puestos de trabajo, ya que muchos de los componentes se fabricarán en la propia instalación, como por ejemplo el capó del motor, el techo, los guardabarros, las puertas y otros paneles laterales. "Es mucho más económico transportar bobinas de acero a Zwickau que enviar piezas voluminosas y de gran volumen a otros lugares", ha explicado el jefe de logística de la planta, Reinhard de Vries. "De esa manera, tenemos un control de calidad completo sobre la fabricación de todas las piezas relevantes para el diseño".
Los planes del Grupo
Zwickau es un componente clave de la red global de instalaciones de fabricación de vehículos eléctricos para Volkswagen, que apunta a cambiar su flota completa a vehículos propulsados por baterías en 2040, como parte de su compromiso con los acuerdos climáticos de París.
Si bien el Audi e-tron, que se fabrica en Bruselas desde finales del año pasado, fue el primer modelo de la estrategia Roadmap E del Grupo Volkswagen, la familia de ID. es la columna vertebral del plan. "Construidos a partir de la plataforma MEB, Volkswagen quiere producir vehículos eléctricos asequibles para el mercado masivo; para millones y no para los millonarios", declaro el propio Ulbrich, como el gran lema de la nueva etapa del Grupo.