En Nueva Gales del Sur, más conocido por ser el estado en el que está Sídney, Tronox opera una mina de la que se extraen grandes cantidades del preciado titanio. Pero los trabajos plantean muchos problemas a nivel medioambiental.
Uno de ellos es el relacionado con uso desproporcionado de diésel, que se requiere para tener en marcha las operaciones mineras, ya que hablamos de un lugar remoto sin muchas más opciones, al menos hasta ahora.
Y es que, cuando terminen las labores de implantación, la mina Atlas-Campaspe podrá ahorrarse los hasta cinco millones de combustible que quema cada año para poder trabajar con normalidad en las extracciones del valioso mineral.
Para ello, ha pedido a Pacific Energy que construya una granja solar, que no es otra cosa que una extensión repleta de paneles solares, apoyados por baterías de almacenamiento de la energía acumulada.
El proyecto plantea un sistema híbrido, con placas solares con capacidad para 11 megawatios, y una estructura de almacenamiento de parte de los mismos, de entre 2 y 6 megavatios. No siempre será posible recurrir a la energía limpia, y por eso se mantendrán algunos generadores alimentados por diésel, con capacidad de dar como resultado 12 megawatios.
La intención es permitir el mayor ahorro de emisiones posible, y de hecho queda claro que así será, pues de los 41 generadores de gasóleo que están en marcha ahora mismo en la ubicación, se pasará a tan sólo seis.
La promesa de todas las partes implicadas es que lograrán que el 40% de la energía suministrada para las operaciones relacionadas con la mina venga de la citada fuente renovable, con una reducción total de las emisiones anuales de 13.000 toneladas de carbono.
De hecho, los creadores de la tecnología aseguran que el sistema será capaz de funcionar únicamente con energía limpia, siempre que se cumpla la condición de que se esté acumulando un excedente de energía superior a la capacidad de almacenaje de las baterías. Y se estima que esto ocurrirá durante la mayor parte de los días de trabajo.
Con esta tecnología, también se habla de unos menores costos en materia de mantenimiento y operaciones relacionadas con el sistema actual. Todo el entramado implicará la instalación de 13 kilómetros de cableado eléctrico de alta tensión, de forma que haya retroalimentación y la energía limpia llegue a todos los puntos necesarios en la mina.
Esta iniciativa, supone un primer paso para Pacific Energy en territorio australiano, aunque la empresa tiene un largo recorrido en la creación de soluciones energéticas sostenibles, por ejemplo con su división enfocada a proyectos en los que se sustituyen los combustibles fósiles por el hidrógeno.
También allana el terreno para que otras empresas dedicadas a la extracción minera lo vean como una solución en cuanto a ahorro de costes y problemas medioambientales, a corto, medio y largo plazo.