La energía mareomotriz es una forma de energía renovable que se obtiene aprovechando el movimiento vertical del agua del mar durante las mareas, causadas por la atracción gravitatoria ejercida por el Sol y la Luna, y el movimiento horizontal de las corrientes. Este tipo de energía es predecible y constante, lo que permite planificar su aprovechamiento. Existe además la energía undimotriz generada por el movimiento de las olas.
La evidencia más temprana de la conversión de energía mareomotriz data del año 900 D.C., aunque es probable que existieran sistemas similares anteriormente. El molino de mareas más antiguo que se conoce es el Woodbridge Tide Mill en Suffolk, Inglaterra, construido en el año 1.170. Estos molinos utilizaban la energía de las mareas para moler grano.
Un proyecto español pionero en el mundo
Existen varios métodos de lograr extraer energía del mar. Los generadores de corriente de marea (Tidal Stream Generator - TSG) aprovechan el movimiento del agua para convertir la energía cinética en electricidad. Las presas de marea utilizan la energía potencial del agua entre las mareas altas y bajas, con turbinas similares a las de las presas tradicionales. La energía mareomotriz dinámica (Dynamic Tidal Power - DTP), todavía en fase teórica, combina los métodos anteriores para explotar la interacción entre la energía cinética y potencial en las corrientes de las mareas.
La energía mareomotriz representa una alternativa sostenible y limpia para la generación de electricidad, aunque su desarrollo tecnológico y la implementación a gran escala aún enfrentan desafíos económicos y ambientales. En este escenario se mueve una empresa española que ha logrado un auténtico hito.
Magallanes Renovables es una empresa con sede en Redondela, Pontevedra, creada en 2009, que se ha dedicado a desarrollar soluciones diferentes para la producción de energía eléctrica a través del aprovechamiento de la energía de las mareas. Recientemente, ha recibido el apoyo del Reino Unido para establecer el que será el primer parque flotante de energía de las mareas a nivel mundial.
En esta infraestructura formada por cuatro plataformas y que estará operativa para el año 2026, se generará y distribuirá la energía capturada de las mareas oceánicas. Alejandro Marqués de Magallanes Crespo, CEO de la compañía, asegura que esta manera de obtener energía “representa una forma predecible, confiable y renovable” que aún está por aprovechar a nivel industrial.
La empresa ha logrado asegurar una tarifa energética en la subasta realizada en ese país para la generación de energía de las mareas. Dicha tarifa representa un acuerdo de duración extendida que proporciona a las compañías de energía renovable a un precio establecido y constante por la electricidad que generan.
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— Magallanes Renovables (@magallanestidal) January 24, 2024
La plataforma mareomotriz
La plataforma flotante denominada ATIR 2.0 cuenta con un mástil sumergido terminado en dos turbinas mareomotrices. Forma parte del desarrollo de su plataforma ATIR, lanzada en 2019, que contaba con unas dimensiones de 45 metros de largo y 15 de profundidad. La compañía ha comenzado las pruebas en las costas británicas y ya ha logrado producir electricidad que se ha inyectado exitosamente en la red eléctrica escocesa.
Incorpora tecnologías innovadoras, tanto marítimas como eólicas, para la creación de un dispositivo que aprovecha la energía de las corrientes marítimas. Ha recibido la certificación de Evaluación del Diseño Básico por parte de Bureau Veritas que garantiza su seguridad y resistencia. La sala de máquinas de la plataforma está situada a una profundidad de 15 metros bajo la superficie marina, con un diseño que facilita su mantenimiento y reparación.
Por todo esto, Magallanes asegura que es un sistema rentable animando a los inversores a colaborar para poder participar en los nuevos proyectos lanzados por Francia y Canadá que ya han anunciado sus próximas subastas para la instalación de parques de energía mareomotriz.