Las placas solares llevan años funcionando y aportando energía sostenible en muchos puntos del mundo, pero hay soluciones ingeniosas y que proliferan con el paso de los años, como centrales que aprovechan energía solar situadas en la superficie marina.
La más grande del mundo de su clase estará a 53 kilómetros de Países Bajos y tendrá una configuración muy particular. Todo forma parte del proyecto europeo Nautical Sunrise, que hará uso de un presupuesto de 8,4 millones de euros para que la empresa SolarDuck lo ponga todo en marcha.
Esta compañía es experta en soluciones de tipo flotante que aprovechan el sol que se acapara en medio del océano, donde se puede obtener el máximo de este fuente de origen sostenible.
El programa Horizonte Europa financia la mayor parte del proyecto, con un desembolso de 6,8 millones de euros.
Colocarán en las aguas holandesas varios módulos con placas solares, que tendrán una característica forma de pequeñas islas que llama bastante la atención. Estarán ubicados, concretamente, en medio del parque eólico OranjeWind ya existente en la zona, con el que la empresa holandesa RWE genera 800 megavatios.
Hablamos de una propuesta en la que ya se había trabajado antes en este sentido, pues hace años que las empresas energéticas se dieron cuentan de que la superficie terrestre era bastante limitada y que podían buscar alternativas en el 71% de extensión marina del planeta. Lo particular de esta nueva planta es que será la primera que estará en medio del mar y no pegada a la costa.
La futura planta estará compuesta por el mencionado conjunto de islas, todas ellas con forma hexagonal y formadas por una estructura triangular flotante, con la placa solar apuntando hacia arriba. En total, se logrará una capacidad energética estimada de 5 megavatios, aunque dependerá del total de módulos colocados finalmente y de las necesidades.
El proyecto, que todavía tiene que superar los tests de eficiencia, impacto y viabilidad general, también requerirá la colocación de paquetes de baterías de iones de litio submarinos, así como de tecnología LiDAR, para controlar las producción de energía de forma precisa.
SolarDuck está trabajando en la posible creación de otras centrales solares marinas similares en distintos puntos del planeta, especialmente en aquellos situados en lo que se conoce como el cinturón del sol.
Estamos hablando de espacios marinos situados en la cintura de la Tierra, como el Caribe, Japón, Corea del Sur o el sur de España, donde las horas y la fuerza del sol son especialmente notables y, además, sin rachas de viento preocupantes, como sí ocurre en otras ubicaciones oceánicas.
En puntos relativamente cercanos a los territorios podrían salir rentables este tipo de instalaciones, por lo que posiblemente se vean más en los próximos años. Por ejemplo, en 2028 podrían tener un parque fotovoltaico de 420 megavatios al año frente a las costas italianas de Calabria, aunque todavía necesitan obtener los permisos pertinentes.
En Europa, y concretamente en España, ya existen centrales solares flotante del mismo estilo, pero no en las condiciones y a la distancia descritas. Un ejemplo es el proyecto piloto Boost, que cuenta en La Palma con una serie de estructuras flotantes fabricadas por Ocean Sun. Esta considerado el sistema de energía solar de su categoría más grande del continente y espera generar 440 megavatios anuales.