En Stellantis son conscientes de que no todo el mundo puede acceder a un vehículo eléctrico totalmente nuevo. Su CEO, Carlos Tavares, ha sido muy crítico sobre el aspecto financiero de sus potenciales clientes. Ahora, el grupo automovilístico podría haber dado con la solución: transformar sus viejas furgonetas diésel en modelos 100% eléctricos.
Actualmente esto se está llevando a estudio, pues su viabilidad aún está por probar. Sin embargo, todo apunta a que en los próximos años será una realidad, pues ya cuentan con un calendario para comenzar con este proyecto.
Stellantis se ha asociado con Qinomic para desarrollar este programa de modernización de vehículos comerciales. Desde ambas compañías son conscientes de la dura legislación que llegará a Europa en los próximos años, concretamente en el 2035 con la prohibición de vender modelos con mecánica térmica, incluidos los coches híbridos o los híbridos enchufables.
“La tecnología de modernización reforzará el liderazgo de Stellantis en soluciones de movilidad de cero emisiones para clientes profesionales, complementando a nuestra gama de furgonetas totalmente electrificadas”, afirmó Xavier Peugeot, vicepresidente sénior de la unidad de vehículos comerciales de Stellantis.
El grupo automotriz posee a día de hoy un importante número de modelos 100% eléctricos. De hecho, a comienzos de este mismo año, Citroën publicó que su gama de Berlingo se limitaría a una única opción mecánica: la 100% eléctrica. Su apuesta sobre la electrificación es firme, aunque Tavares ya ha opinado a este respecto en numerosas ocasiones asumiendo que muchos de sus clientes no podrán comprar un coche eléctrico nuevo y que una mayoría se pasará “al bando de las marcas chinas”.
Este programa de rehabilitación podría ser la respuesta a las muchas dudas confirmadas por Tavares. Para muchos propietarios de furgonetas térmicas diésel el gasto de compra de un nuevo modelo eléctrico es inasumible. Ello se suma a la cada vez más fuerte legislación en contra de los modelos diésel, especialmente para acceder al centro de algunas de las principales capitales europeas.
"En un mercado impulsado por la demanda de la última milla, las restricciones de acceso a la ciudad pronto requerirán que los propietarios de vehículos comerciales ligeros busquen una solución para convertirse a cero emisiones. Una tecnología de actualización como esta permitirá a Stellantis respaldar esta tendencia", afirmó Eric Laforge, vicepresidente de la unidad de vehículos comerciales de Stellantis en Europa.
Esta asociación entre empresas espera tener listos los primeros modelos de demostración a mediados del próximo 2023. Posteriormente comenzarán con la comercialización al público a partir de 2024. Su mercado inicial se restringirá a las fronteras francesas, aunque su objetivo es hacer lo propio en todo el mercado europeo. Por el momento no se ha desvelado el precio con el que partirá este programa de actualización, ni los diferentes niveles mecánicos que tendrán.
Esta no es la primera vez que la industria automovilística busca una alternativa a la compra de coches eléctricos nuevos mediante la modernización de los antiguos. Sin embargo, Stellantis sí podría ser una compañía pionera en este tipo de programa, pues sería el primer conjunto de marcas que lo ofrecen de forma oficial.
