Aunque Toyota está empezando a explorar ahora el mercado eléctrico con la llegada del Toyota bZ4X y su flamante gama Beyond Zero, el primer vehículo impulsado de forma exclusivamente eléctrica siempre será el Toyota Proace, su furgoneta ligera desarrollada junto con el Grupo Stellantis. Ahora, los japoneses quieren desarrollar pequeñas furgonetas eléctricas y camiones de hidrógeno. Compartirá el trabajo con varios socios, principalmente Daihatsu y Suzuki. Los primeros ensayos se realizarán de forma local, aunque puede que acaben expandiéndose a todo el mundo.
En Japón es muy habitual que las marcas colaboren entre sí para desarrollar vehículos. Toyota es la gran marca japonesa, y casi todos trabajan con ella en algún momento. Ahora, es el gigante asiático el que busca socios para desarrollar mini vehículos de reparto eléctricos. Una especie de key car industriales que realicen labores de reparto urbano de forma sostenible y ágil. Los key car japoneses son coches muy específicos diseñados por y para Japón. En la isla son muy empleados por sus ventajas a la hora de circular.
La intención es que los vehículos nacidos de la colaboración transporten mercancías en la ciudad de Tokio y la prefectura de Fukushima. Apenas 200 kilómetros de recorrido que deberán realizarse de la forma más sostenible posible. Para semejante trabajo ha buscado la colaboración con las marcas de Daihatsu y Suzuki, ambas expertas en la fabricación de vehículos de pequeño tamaño. El proyecto arrancará a principios del año que viene, y se espera que continúe hasta el año 2030. Una vez completado el experimento Toyota evaluará la posibilidad de exportarlos a otros mercados con el fin de promover la movilidad sostenible en los repartos.
Pero ahí no acaban los planes de Toyota. La marca japonesa no se centrará exclusivamente en pequeños vehículos eléctricos, también apostará por camiones impulsados por hidrógeno. En este caso la colaboración le une a marcas como Isuzu e Hino, ambos con dilatada experiencia en el terreno de los vehículos pesados. Toyota sigue centrada en el desarrollo del hidrógeno como sistema alternativo, tal y como lleva tiempo demostrando con la comercialización del Toyota Mirai, el que actualmente es el coche de hidrógeno más comercial del mundo, aunque tampoco mucho.
En el caso de los camiones de hidrógeno no se han especificado los plazos del proyecto, pero imaginamos que la complejidad del desarrollo puede dilatar los tiempos. Toyota ha expresado que puede exportar sus nuevos desarrollos al mercado internacional en el "momento adecuado", pero no ha dado más detalles. Es difícil saber si finalmente se producirá ese desembarco, aunque hay que tener en cuenta que las particularidades de Japón resultan de lo más extravagantes en mercados como el europeo o el americano.
