Ford sigue teniéndonos expectantes con el Ford Mach E, un modelo eléctrico con el que pretende luchar contra el Tesla Model Y que, según la marca del óvalo azul, tendrá esencia Mustang. Mientras esperamos para conocer el anterior, una start-up británica se ha encargado de fabricar un Mustang eléctrico envuelto en la carrocería de la primera generación de los años sesenta. Aunque por su aspecto exterior no lo parezca, el Mustang de Charge Automotive (así se llama su fabricante) es completamente nuevo, es más potente incluso que el primer Shelby Mustang GT500 con su enorme V8 de 7.0 litros y se presentará al público en el próximo Festival de Goodwood.
Bajo su esculpida carrocería de los años 60, este Mustang esconde un moderno tren propulsor. Este eléctrico neoclásico deja su tren motriz en manos de dos motores eléctricos (desarrollados por Arrival) que entregan una potencia de 476 CV y un par motor de 1.200 Nm. Dichos motores se alimentan de una batería de 64 kWh que, sobre el papel, debería otorgarle a este Mustang una autonomía de 321 kilómetros. A pesar de la notable capacidad de la batería, la poco eficiente aerodinámica del Mustang lastra su cifra de autonomía.
No obstante, el fabricante asegura que será capaz de hacer el 0-96 km/h en 4 segundos, cifra a la altura de su condición de coche 'muscle', y alcanzará los 239 km/h de velocidad punta. Contará con tracción total AiWD y será capaz de recargar la batería con carga rápida de hasta 50 kW.
Un aspecto interesante es que Charge Automotive emplea carrocerías bajo licencia, por lo que su similitud con el Mustang original de primera generación está más que garantizada. Lo que quizá no es tan atractivo es su precio, que ha aumentado respecto a la primera vez que anunciaron el modelo a finales del año pasado. El precio ha aumentado cien mil libras concretamente, y el Mustang eléctrico se venderá a partir de 335.000 euros (300.000 libras esterlinas).
La compañía no ha publicado detalles ni imágenes del interior, aunque en el vídeo se pueden atisbar algunas pistas. El Mustang eléctrico contará con dos pantallas en su interior, una en el cuadro de instrumentos y otra vertical de grandes dimensiones en el salpicadero, al más puro estilo Tesla, con una interfaz totalmente digital y táctil y, aparentemete, sin botones físicos. También hay hueco para ciertos guiños al modelo original, como el volante o los pedales.
Los planes de Charge Automotive pasan por fabricar 499 unidades, y ya admite reservas en su página web. Espera comenzar las primeras entregas el próximo mes de septiembre, pero antes de eso veremos el coche en su presentación oficial al público en el Festival de Velocidad de Goodwood, en la primera semana de julio.
