Tras la renovación del buque insignia de la casa, el Range Rover, llega el turno de la actualización de uno de los productos más vendidos de la casa británica en todo el mundo. Una nueva generación del Range Rover Sport ya está entre nosotros. Una edición que presenta claras diferencias con la anterior, además de sumar mecánicas electrificadas en una gama de motores completamente revisada. Todo ello sin perder un ápice de su enfoque lujoso y su capacidad como todoterreno.
El Range Rover Sport ha sido uno de los mejores inventos de Land Rover. Desde su nacimiento ha sido un todoterreno que ha conquistado todos los mercados que ha visitado. Estéticamente hablando, esta generación presenta cambios, algunos drásticos y otros no tanto, sólo depende del punto de vista. El frontal es más afilado, con un morro más bajo y una presencia tan deportiva como elegante. Sin embargo, la trasera resulta muy cambiada, con unas ópticas mucho más pequeñas y una enorme superficie metálica donde se echa en falta algún detalle.
Por dentro, el nuevo Sport se adentra en el futuro con tecnologías propias de la era. Un despliegue de equipamiento de primer nivel que se rodea de la más alta calidad. Cuero, maderas y elementos metálicos dan forma a un habitáculo donde los pasajeros pueden disfrutar de más espacio gracias al generoso incremento en tamaño. El nuevo Range Rover Sport alcanza los 4,95 metros de largo, 2,21 metros de ancho (con espejos) y 1,82 metros de alto. A esas cotas hay que sumar una distancia entre ejes de 3 metros y un maletero con un mínimo de 657 litros.
Sin un peso oficialmente declarado, el Sport trata de mantener a raya los kilos gracias al empleo masivo de materiales ligeros como el aluminio, presente en una plataforma nueva, llamada MLA, que comparte con su hermano mayor, el Range Rover, aunque con alguna que otra modificación. Dicha estructura se ha planteado para ser capaz de ofrecer las mismas aptitudes todoterreno que todos identificamos con Land Rover, además de para poder disfrutar de una gama de motores eficiente y electrificada. Una gama compuesta por dos versiones MHEV y otras dos híbridas enchufables (PHEV) de alta potencia.
Dos híbridos enchufables en la gama: Range Rover Sport P440e y P510e
El híbrido enchufable de acceso, el P440e, cuenta con un motor de seis cilindros en línea turboalimentado y tres litros que produce un total de 440 caballos y 620 Nm de par motor. Gracias a una batería de 38,2 kWh de capacidad, la autonomía eléctrica homologada alcanza los 113 kilómetros, aunque Land Rover estima que serán unos 88 reales.
Por encima de esa versión está el destacado Range Rover Sport P510e. Con un bloque V8 biturbo de 4,4 litros, esta bestia desarrolla 510 caballos y 700 Nm de par motor. En modo eléctrico su autonomía se reduce, aunque sigue superando la barrera de los 100 kilómetros de forma oficial, según WLTP.
Estas dos versiones son la antesala de lo que está por llegar, pues Land Rover ha confirmado la llegada de un Range Rover Sport 100% eléctrico para el año 2024. Por el momento habrá que conformarse con lo existente, que no es poco. Para aquellos interesados, ya hay precios oficiales de venta, aunque son igual de discretos que el propio coche. El precio de salida del Range Rover Sport es de 102.700 euros para la versión P440e con acabado de acceso. La versión P510e incrementa el precio mínimo hasta los 141.650 euros, sin ofertas o promociones.