El compromiso de Volkswagen de lanzar un coche eléctrico "para el pueblo", sucesor del famoso Beetle, e indirectamente del Golf, sigue estando en los planes de la compañía. Su CEO, Herbert Diess, ha admitido que ponerlo en el mercado a por menos de 20.000 euros y hacerlo viable económicamente es la mayor dificultad existente hoy en día. El precio de las baterías hoy en día y el escaso nivel de ventas hacen imposible que hoy en día pudiera alcanzar una autonomía suficiente para que los clientes opten por él.
Los más pequeños de la familia, que se llamarán ID.1 e ID.2, según la nomenclatura de Volkswagen, serán comparables en tamaño y segmento al Polo y al T-Roc. El precio objetivo para este modelo sería de 20.000 euros. Durante el Salón del Automóvil de Frankfurt, Herbert Diess, CEO de la marca, ha asegurado que "desde el punto de vista ambiental", el objetivo tiene mucho sentido, pero el precio de las baterías y de la tecnología no permitirá que la versión de producción llegue hasta 2023. "Hay un largo camino por recorrer. Es realmente difícil obtener una autonomía decente para un automóvil de menos de 20.000 euros".
Boceto del futuro Volkswagen ID.1.
Llamar a su primer coche eléctrico ID.3, deja claramente abierto el campo para los modelos del segmento D, por encima y para el segmento A, por debajo, tal y como ha reconocido el jefe de ventas de la marca Jurgen Stackmann. Así el ID.1 será probablemente un utilitario del tamaño del Polo y vendrá acompañado por un ID.2 un vehículo similar en tamaño pero en formato SUV, según ha confirmado el director de estrategia de producto Michael Jost: "El crossover eléctrico y compacto es un proyecto actual que tendrá su culminación en 2023, o 2024 a más tardar". Este SUV tendrá el tamaño de un T-Roc en cuanto a la altura y las dimensiones exteriores.
Stackmann señaló que los modelos ID más grandes, basados en los concepts como el Crozz, que se denominará ID 4, el Buzz, el Vizzion o el Roomzz, serían los próximos en llegar a producción, pero enfatizó el compromiso de la empresa de fabricar coches eléctricos realmente asequibles. "A largo plazo, necesitamos reducir y ser más agresivos con los precios", asegura Stackmann, pero para eso es necesario escalar la industrialización, lo que obliga a respetar los tiempos que impone en mercado.
Este quinto modelo es crucial en el amplio plan de Volkswagen dirigido a recuperar el éxito del Beetle original y de su sucesor indirecto, el Golf. Un automóvil de diseño atractivo, con un espacio interior sobresaliente dentro de una carrocería muy compacta y lo suficientemente asequible como para atraer a un gran número de compradores en todos los mercados en los que opera Volkswagen.
ID.1 e ID.2, interiores espaciosos y reducidas dimensione exteriores.
Estará basado en la nueva plataforma eléctrica MEB del Grupo Volkswagen con el motor eléctrico montado bajó el capó delantero y una batería de capacidad suficiente para proporcionar una autonomía por encima de la que ofrece hoy el e-Golf. Para mantener el bajo precio estará disponible únicamente con tracción delantera y la conectividad será ofrecida como equipamiento opcional.
La fábrica alemana de Emden, con una capacidad máxima anual de 300.000 unidades al año y en la que actualmente se fabrican el Passat y el Arteon, ha sido la elegida para ensamblar estos nuevos modelos. De sus líneas saldrán también modelos semejantes bajo la insignia de las otras marcas del grupo, Audi, Seat y Skoda.
Sumando la capacidad de producción de las plantas de vehículos comerciales de Zwickau y Hannover y las operadas junta a sus socios chinos en las empresas conjuntas (en Shanghái con SAIC y en Forshan con FAW que fabrican modelos exclusivos para su mercado), Volkswagen tiene potencial para fabricar un millón de vehículos eléctricos en 2022.