El sector de las dos ruedas -junto al de los coches- se encuentra a la cabeza en cuanto a electrificación de sus vehículos, pues muchas son las compañías históricas que ya se lanzan a poner en el mercado motos completamente eléctricas, especialmente destinadas al ámbito urbano. Una de estas compañías es KYMCO, la cual ha sido pionera en España en el sector por registrar ante el Ministerio de Transición Ecológica su huella de carbono y un plan de mejora de las emisiones para el 2025 a través de la certificación ISO-14064.
Este registro se trata de un ejercicio voluntario que se lleva a cabo bajo el compromiso de mitigar las emisiones de carbono de la propia marca en los próximos años. Según el estudio realizado por la compañía, sus esfuerzos se centrarán en la reducción de emisiones en el sector del transporte y la distribución, los cuales representan conjuntamente el 25% de las emisiones de gases nocivos en España.
Desde la compañía asumen que su rol como marca de vehículos urbanos pasa por electrificar gran parte de su parque móvil, algo que ya se encuentra muy avanzado. El siguiente paso es adecuar el resto de departamentos de la empresa a una debida reducción de sus emisiones. Por ello catalogan de urgencia el abordaje de crear un entorno más sostenible en el resto de apartados.
Debido a esto, KYMCO España ha sido la primera compañía de dos ruedas en asumir actuaciones responsables de cara a un futuro próximo más eficiente. Para ello se ha precisado de un ejercicio voluntario de cálculo de emisiones y su posterior inscripción en el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO2 del mencionado Ministerio.
Dentro de este proyecto, KYMCO ha presentado su plan de mejora de la huella de carbono con un margen de 5 años a través de una serie de medidas, como la eliminación total del uso de electricidad obtenida a través de medios no renovables, la utilización de vehículos de flota más eficientes, y se ha comprometido a contar con una red de proveedores más sostenible.
Durante el pasado año 2020, según los datos realizados por la corporación El Cubo Verde, KYMCO tuvo un impacto de carbono de 750,61 toneladas de CO2. Dentro de esa cantidad, de media, el traslado de una moto desde Asia hasta su concesionario en España genera unas emisiones de 50,22 kilos de CO2 y de 84,05 gramos de CO2 por pieza de recambio importada. En un claro ejemplo de transparencia, la corporación ha otorgado esos datos con una visión de mejora en los próximos años, a pesar de que esta es una compañía con una operatividad principal centrada en Asia, lo que hace aún más difícil y costosa esta labor.
Desde la marca de motos dejan claro que su mayor problema frente a la emisiones de carbono se presenta a través del transporte marítimo transoceánico (entre China y España), el cual origina el 90,55% de las emisiones totales (679,70 toneladas de CO2), mientras que la distribución de la mercancía a nivel nacional supone el 4,12% del total (30,93 toneladas). La mercancía del pasado 2020 se importó a través de 87 expediciones recorriendo un total de 1.568.409 kilómetros divididos en 26 buques diferentes. La mayor parte de dichos navíos eran de gran capacidad (más de 8.000 contenedores), pues a mayor volumen, menor será la huella de carbono.
Como segundo aspecto fundamental, las emisiones derivadas de la distribución de la mercancía en España ascendieron a 30,93 toneladas de CO2 repartidas entre la vía naval (16,84 toneladas) y por carretera (14,09 toneladas). Durante el 2020, se distribuyeron un total de 2.683,35 toneladas de motos con el puerto de Valencia como punto inicial. Además, 1.339,21 toneladas de piezas de recambio fueron repartidas por toda España. En total, KYMCO España distribuyó 4.022,56 toneladas de mercancía (motos y piezas de recambio) por todo el territorio nacional.
En el año 2020, las emisiones derivadas de la propia sede de la compañía representó un 5,33% del total, donde destaca el suministro eléctrico y el combustible empleado por la flota de vehículos propia. En el apartado de la luz, su huella de carbono se redujo en un 41% ese mismo año debido a la adopción de nuevas fuentes de energía renovables.