Las amantes de las sensaciones que ofrecen las motos de alta potencia buscan que el motor que las propulsa desarrolle una alta potencia y a la vez ofrezca un alto par de salida. Dos características que Koenigsegg ha implementado en el motor eléctrico Quark con tecnología Raxial Flux. En ellos, el fabricante sueco implementa lo mejor de los motores de flujo radial, la potencia, y lo mejor de los motores de flujo axial, el par.
Los superdeportivos de Koenigsegg, se caracterizan no solo por sus altísimas prestaciones y su diseño extravagante, sino también por implementar tecnologías innovadoras como es el caso de la transmisión de un solo engranaje del Regera. Hace unos días el fabricante sueco presentó el sistema de accionamiento eléctrico Terrier, basado en el empleo de unos nuevos motores Quark que emplean la tecnología patentada por la marca Raxial Flux que permite ofrecer a la vez una alta densidad de potencia y de par.
A diferencia de los motores de flujo radial, que son los que se emplean habitualmente en el mercado, en los de flujo axial, el campo magnético que hace que gire el rotor es paralelo al eje de rotación. En otras palabras, el campo magnético que los hace moverse se genera perpendicularmente al eje alrededor del que giran. La consecuencia de esto es que proporcionan un diseño más compacto y una mayor resistencia. Un motor eléctrico de este tipo aprovecha mejor el bobinado y reduce el tamaño y el peso, por lo que es capaz de enviar un mayor par generando menos calor que además se transmite directamente desde la bobina hacia la carcasa exterior del motor.
Un motor Raxial Flux combina lo mejor de los dos mundos. Los motores de flujo radial son conocidos por producir mucha potencia, mientras que los motores de flujo axial son los apropiados para obtener altas cifras de par. Con esta tecnología y en un paquete muy compacto se alcanzan dos virtudes que son muy apreciadas en el sector de las motocicletas de altas prestaciones. La propia Koenigsegg dijo durante la presentación que estos motores podrán ser empleados en vehículos de terceros incluso más allá de la industria del automóvil. La compañía afirma que puede ser empleado tanto en la industria marina como en la aeroespacial, en este caso para implementarlos en aviones eléctricos eVTOL de despegue y aterrizaje vertical y por qué no, en el sector de las motocicletas eléctricas.
Precisamente, en las imágenes, el fabricante lo muestra al lado de una lata de bebida de 33 cl, para que pueda comprobarse lo compacto que es el motor, lo que facilita su implementación para muchas aplicaciones prácticas. Con un tamaño muy reducido y tan solo 28,5 kilogramos de peso, es capaz de generar 250 kW de potencia (335 CV) y 600 Nm de par motor. Esto significa que el Quark ofrece una relación peso-potencia de 11,3 CV por kilogramo.
La posibilidad de que estos motores salten a formar parte de una motocicleta eléctrica queda del lado de la intención del fabricante de ofrecérselo a terceros, aunque no será precisamente una tecnología asequible. Siendo la compañía de superdeportivos que es, Koenigsegg no parece tener ninguna intención de lanzar vehículos de dos ruedas de alto rendimiento por ahora. Los motores Quark, junto con la unidad de tracción Terrier dotada de vectorización de par formarán el sistema de propulsión del Gemera, un coche que costará cerca de un millón de euros cuando llegue al mercado.
Otros motores de flujo axial
Precisamente, la empresa británica Saietta se encuentra en la etapa final del desarrollo de la comercialización de su motor eléctrico de flujo axial. Su objetivo apunta al mercado de trenes motrices eléctricos de bajo coste, destinado sobre todo a motocicletas eléctricas similares a las de 125 cc en combustión, cuyos motores funcionan a 60 V. En el mercado existen otros proveedores de motores de tipo axial, como es el caso de la empresa belga Magnax que afirma que sus unidades de accionamiento ofrecen la densidad de potencia más alta de la industria.