En los últimos años, está aumentando la oferta de motocicletas eléctricas convirtiéndose en una opción cada vez más elegida por los compradores. Si bien la mayoría todavía las ve como vehículos urbanos con una autonomía limitada, el desarrollo de la tecnología de las baterías y la mejora en la infraestructura de recarga están cambiando esta percepción. Este escenario abre la puerta a la entrada al mercado a nuevas empresas que le están ganando la partida a los fabricantes tradicionales. Estos siguen contando con una gama fundamentalmente de combustión y pueden optar por participar o no en esta revolución eléctrica.
Entre las empresas que más destaca en este nuevo panorama está la veterana Zero Motorcycles que comenzó a fabricar motocicletas eléctricas en 2006 en Estados Unidos. Aunque inicialmente su oferta se centraba en el mercado de los modelos todoterreno, como alternativa a las motos de cross, su éxito llegó a las calles de las ciudades en 2009. Su tecnología, todavía en una fase temprana de desarrollo no podía competir con las autonomías y las velocidades máximas que ofrecían las motocicletas de gasolina. Sin embargo, ha evolucionado rápidamente alcanzándolas o incluso superándolas en todas las áreas, excepto en el alcance y los tiempos de recarga.
Otra marca que está fortaleciendo su posición en el mercado es la italiana Energica, que comenzó su andadura en 2010 centrada sobre todo en el mundo de la competición. En 2017 se convirtió en el único proveedor de las motocicletas eléctricas utilizadas en la serie de carreras MotoE, Para sus modelos de calle, en lugar de trasplantar un tren motriz eléctrico al chasis de una motocicleta ya desarrollado, la eCRP era un diseño totalmente original, lo que permitió que se optimizara el conjunto para sacar el máximo provecho de ser una motocicleta eléctrica. El enfoque en el rendimiento continuó en sus motocicletas eléctricas de carretera que responden como si fueran auténticas motocicletas deportivas.
Energica Ego +, Eva Ribelle, Eva EsseEsse9 +.
Ambas empresas han podido aprovecharse de la libertad de innovación que ofrece no cargar con las hipotecas y las deudas de diseños ya existentes, necesarios para mantener los bajos costes de producción. Son empresas especializadas en desarrollar y fabricar motocicletas eléctricas de manera que han sido capaces de superar a las empresas tradicionales en tecnología y capacidad de desarrollo.
Si bien estos dos fabricantes son los que más éxitos están teniendo en su andadura, cada vez más empresas nuevas se unen a esta estrategia, desde iniciativas como la de Damon y la Hypersport, una motocicleta eléctrica de geometría variable, hasta proyectos muy espectaculares en cuanto a diseño y tecnología que aprovechan que un tren motriz eléctrico en una motocicleta permite a los ingenieros un grado de libertad superior para cambiar completamente el diseño preestablecido.
La Harley-Davidson Livewire tiene que pelear con el desafío de estar lejos de ser una Harley tradicional.
Las marcas tradicionales están comenzando a responder a los argumentos de estas nuevas empresas. La más famosa de todas ellas, la emblemática Harley-Davidson, está tratando de competir en este mercado con la Livewire. Una moto tecnológicamente muy avanzada y muy bien construida que, sin embargo, tiene que pelear con el desafío de estar lejos de ser una Harley tradicional. Pocos compradores entran en una tienda de Harley para preguntar por sus motocicletas eléctricas.
Es probable que a KTM le cueste menos atraer a los potenciales clientes con la Freeride E-XC, que se parece mucho a una motocicleta de cross de gasolina tradicional. Su bajo nivel de ruido y su par instantáneo son características que se agradecen en el entorno para el que está diseñada. Aquí, una menor autonomía que un modelo de gasolina no tiene mucha importancia porque no se recorren grandes distancias.