En términos absolutos, y hasta que no proliferen más rivales en la misma categoría, la Ray 7.7 ostenta a nuestro juicio el título de mejor scooter eléctrico equivalente a 125. En Híbridos y Eléctricos hemos dado fe de ello en una prueba que ha resultado en este extenso análisis, pero aún falta por saber qué tal se comportó en nuestra particular prueba de autonomía.
Al igual que el resto de scooters y motos eléctricas que ha pasado por nuestras manos, hemos cargado la batería de la Ray 7.7 hasta el máximo de su capacidad para después consumirla de una tacada y saber qué autonomía tiene en circunstancias reales.
En pos de que la comparativa entre todos los modelos sea lo más realista posible, todas las pruebas de autonomía tienen lugar en el mismo recorrido con el mismo piloto a lomo de cada una de las motos. El único aspecto que supone una variable que no podemos esquivar es la temperatura exterior, aunque siempre ha superado los 10 grados.
El circuito tiene lugar en la ciudad de Málaga, es un trazado mayormente urbano, con incorporaciones puntuales en autovía para similar de mejor manera el tipo de uso al que se somete un scooter equivalente a 125, y se recorrerá de manera circular hasta consumir al completo la batería de cada modelo.
Los números que aparecen en la ficha técnica de la Ray 7.7 hacen que se desmarque de casi todos los scooters eléctricos que en estos momentos están a la ventas en España. El único que puede llegar a rivalizar en algunos apartados con la 7.7 es la Silence S01, aunque sigue siendo menos potente y goza de una batería de menor capacidad que la protagonista de hoy.
Técnicamente la Ray 7.7 confía en un motor eléctrico central de 10,75 kW de potencia, que se sitúan al borde de los 15 CV máximos que permite la ley para poder pilotarlas con carnet de coche. La batería, por su parte, tiene una capacidad de 7,7 kWh (de ahí su denominación), y con una carga completa de la misma puede llegar a recorrer hasta 150 kilómetros según el ciclo WTMC para motos. No obstante en la práctica la Ray 7.7 entrega potencias pico superiores a los 20 CV, por lo que "corre" como un scooter de gasolina de 400 centímetros cúbicos.
En base a nuestra experiencia, el ciclo WTMC siempre arroja autonomías cercanas a las que logramos en nuestras pruebas de autonomía. Por tanto, ¿serán reales 155 kilómetros que anuncia Ray?
Así se comportó la Ray 7.7 eléctrica durante la prueba de autonomía
Dadas las características técnicas de la Ray 7.7 sabíamos que su autonomía iba a superar con creces el centenar de killómetros, aunque estaba por ver por cuánto ya que su potencia, derivaría a un mayor consumo.
Un aspecto que hizo que tuviéramos que variar ligeramente nuestro recorrido fue la batería de la Ray 7.7, pues no es extraíble como sí lo eran las de todas las motos eléctricas puestas a prueba previamente. Es por ello que en lugar desde iniciar el recorrido desde el punto habitual lo hicimos desde un punto de carga cercano, y luego lo finalizamos en el mismo punto.
La premisa con la que abordamos el recorrido fue la misma que con el resto de motos eléctricas que hemos probado; practicar una conducción lo más corriente posible, es decir, no necesariamente eficiente para con ello emular de alguna manera el tipo de uso real al que un scooter de este tipo es sometido.
Al igual que hará cualquier usuario de una moto eléctrica, por ejemplo, a la salida de varios semáforos, aceleramos a fondo disfrutando de la inmediata entrega de potencia del motor eléctrico, mientras que en muchas otras procurábamos no alcanzar velocidad de más, aunque siempre manteniendo el ritmo con el resto del tráfico y sin mostrar desdén por los límites de velocidad.
Al igual que sucedió con la Ecooter E2 Max (de concepto más urbanita que la Ray 7.7), una capacidad de baterías mayor a la media llevó a que, directamente, los casi 50 kilómetros del recorrido trazado fueran completados en dos ocasiones durante la prueba de autonomía.
Para mostrar la diferencia que existe entre la autonomía de la Ray y el resto de modelos (insistimos, a raíz de una batería mucho mayor) para cuando llegamos al primer punto del recorrido tan sólo había consumido un 7 %, cuando el resto a estar alturas acusaba un desgasto de entorno al 15 %. Para cuando alcanzamos el mismo punto en el segundo recorrido seguía mostrando un estado de la carga del 58 %.
Analizando la autonomía de la Ray 7.7 por escalones en base al estado de la carga, con el 50 % de la energía restante habíamos recorrido 77 kilómetros exactos, mientras que para cuando alcanzamos el 25 % del estado de la carga habíamos dejado atrás ya 112,7 kilómetros.
Autonomía final y consumo de la Ray 7.7
Finalmente alcanzamos el punto de carga desde el que empezó la prueba de autonomía con un 2 % de la energía restante y un total de 140,6 kilómetros recorridos.
Hemos de apuntar a que no conseguimos alcanzar el 100 % de la carga al empezar el recorrido, sino que el estado de la batería marcaba un 96 % sin posibilidad de llegar al tope. De haber salido con el 100 % de la batería probablemente hubiéramos podido alcanzar los 150 kilómetros que anuncia la marca sin problemas, puesto que cuando la enchufamos de nuevo al punto de carga aún disponíamos del 2 %.
Además, fruto de nuestra desespereación a bordo de la Ray 7.7 dado el tiempo que tuvimos que estar a bordo del scooter para consumir toda la energía de su batería, los últimos compases de la prueba los llevamos a cabo en un tramo de autovía a velocidades de entre 100 y 110 kilómetros por hora. Esto propició un consumo mayor al cabo de la prueba.
En total la media obtenida en cuanto a consumo de la Ray 7.7 fue de 19,02 kilómetros por cada kWh de su batería, o lo que es lo mismo, 5,2 kWh cada cien kilómetros.
