Super Soco es una marca de ciclomotores y motocicletas eléctricas que se caracterizan generalmente por sus prestaciones equilibradas pensadas para el mercado de masas en el que buscan su hueco gracias a unos precios asequibles. Sin embargo, el grupo al que pertenece quiere aprovechar la buena reputación que se ha forjado como constructor de motos sencillas para agregar la palabra “premium” a su lista de características con una nueva marca de motocicletas de gama alta que estarán disponibles en Europa y Estados Unidos.
Super Soco es una de las dos marcas principales que ofrece el grupo australiano Vmoto que tiene sus centros de fabricación en Asia. Super Soco tiene en su catálogo una amplia variedad de modelos desde el Cumini, que está en el escalón de entrada a la gama homologado como un ciclomotor eléctrico, pasando por las TS Street y TC Wanderer, hasta el tope de gama, el TC-3, su maxiscooter de mayor potencia y tamaño.
Durante la celebración del EICMA Milan Motorcycle Show, uno de los salones de la motocicleta más importantes del mundo y que se celebra a finales de este mes (25-28 de noviembre), está prevista una nueva presentación que muy probablemente tenga mucho que ver con la nueva marca premium que tomará directamente en nombre del grupo Vmoto.
De esta forma, el fabricante entra en un mercado dominado por las marcas estadounidenses Zero Motorcycles y Harley-Davidson y en Europa por Energica. Mientras que la primera es la única que ofrece modelos de entrada que comienzan en precios algo más asequibles (cerca de los 14.000 euros), de las otras dos no es posible hacerse con el modelo más económico por menos de 20.000 euros.
Super Soco basa su gama en el mercado de masas, con ciclomotores y motocicletas de precios asequibles.
En este escenario, Vmoto podría encontrar una ventaja competitiva en el precio al que pueda ofrecer sus motocicletas en un mercado en el que se valoras las prestaciones, la autonomía y la alta tecnología, pero que también exige una buena dosis de diseño. Para lograr este objetivo, no solo debe igualar a la competencia en estas tres condiciones, sino que también ha de hacerlo conservando una buena calidad de fabricación.
En este mercado también destaca la empresa china Kollter, que cuenta en su catálogo con algunos modelos que arrancan en algo más de 6.000 euros al cambio, pero que nada tienen que ver con el diseño y el aspecto diferenciador de las anteriores.
Por ahora, el grupo australiano no ha ofrecido más información sobre este anuncio, y habrá que esperar a finales de mes para conocer detalles sobre este primer modelo y enmarcarlo en el segmento en el que le corresponda.