Hechos como el que toma protagonismo en las líneas que conforman el titular de este artículo dan fe del margen que aún le queda a la movilidad eléctrica de última milla por delante con bicicletas y patinetes eléctricos, pues no sólo han de ser concebidos como un medio de transporte económico. Hace pocas semanas pasaba por nuestra portada un patinete eléctrico llamado Scotsman, de Arevo, un llamativo patinete eléctrico que está resultado un éxito, lo que resulta especialmente llamativo pues no se trata se un patinete eléctrico precisamente asequible.
Cuando nos hacíamos eco de su lanzamiento en la plataforma de microfinanciación Indiegogo, lo describimos como un patinete eléctrico, casi, de lujo, pues tanto por prestaciones como por espeficaciones técnicas y precio estamos ante uno de los patinetes eléctricos más punteros de todos cuando se conocen.
Además, Arevo es una empresa especialista en fabricación de componentes e impresión de fibra de carbono en 3D, por lo que el Scotsman goza de la misma tecnología estructural que la Supertrata-E, la bicicleta eléctrica de Arevo. Esto significa que su estructura, además de estar impresa en dicho material, también estará hecha a medida de cada cliente que encargue uno en estos próximos cuatro días.
Patinete eléctrico Arevo Scotsman.
Y es que la campaña de financiación que está teniendo lugar a través de la plataforma Indiegogo está afrontando sus últimos días, y estando ya cerca su fin, se puede decir que ha sido todo un éxito.
Existen tres versiones con potencias de 500, 1000 y 2.000 W que logran velocidades máximas de 30, 50 y 72 kilómetros por hora. Cabe destacar que las dos últimas se antojan difíciles de encajar en el marco legal europeo, pues a ojos de la legislación se corresponden más con un ciclomotor que con un patinete eléctrico, ya que éstos no deben superar en ningún caso los 25 kilómetros por hora de velocidad máxima.
Baterías del Arevo Scostman.
En términos de batería, las versiones de 500 W y 1.000 W del Scotsman equipan cada una un par de baterías de 500 Wh, mientras que la versión de 2,000 W de potencia obtiene una pareja de baterías de 550 Wh. Teóricamente las tres versiones logran la misma autonomía, ya que según la empresa todas promedian 112 kilómetros con una carga completa.
No sólo destacan los números de su ficha técnica, sino que su equipamiento está también a la altura de su precio. Entre otros elementos incluye iluminación led con faro vertical frontal e incluso cámara en el manillar que funciona como dash-cam, grabando todo lo que ocurre mientras se pilota el Scotsman. También cuenta con una pantalla LCD a color que además de reflejar aspectos como la carga o la velocidad también incluye GPS y conectividad 4G.
La cámara frontal se ubica debajo de la pantalla a color del manillar.
Sus responsables se habían propuesto recaudar un montante de patinetes eléctricos equivalente a 84.150 euros, pero tal ha sido lo rompedor de su concepto que la campaña se ha disparado hasta sumar un total de 343.592 euros, lo que se se traduce en que más de 200 personas han aportado al proyecto. Números llamativos en cualquier caso, pues recordemos que el Arevo Scotsman tiene un precio que parte de 1.430 euros en su versión de menor potencia eléctrica y sin incluir el doble módulo de baterías.