Con la calidad de fabricación propia de Segway y un atractivo precio que lo sitúa por debajo de las líneas GT y P Series del fabricante, se puede decir que los 599,00 € que cuesta Ninebot KickScooter F2 Pro E casi lo convierten en un chollo en comparación con su competencia más directa.
Segway revolucionó el sector de la movilidad urbana eléctrica con sus ya icónicos Independence Ibot Mobility System, esos balancines de grandes ruedas y su especial sistema self balancing de autoestabilización dinámica (compuesto de un motor, unos microprocesadores y un conjunto de sensores de inclinación y giróscopos) que permitía detectar la inclinación del balancín para girar las ruedas y evitar así que no se cayese hacia delante.
Ninebot es la línea de patinetes eléctricos (o scooters eléctricos) de Segway: quizás no vemos la tecnología tan especial del Independence en ellos, pero el estándar de calidad que Segway ha aplicado a sus patinetes es muy alto.
Llegó la hora de disfrutar del F2 Pro E
El patinete nos llegó perfectamente embalado. Y, prepararlo, no supuso ningún problema. Su montaje fue muy sencillo: únicamente tuvimos que montar el manillar, que se ancla con 4 tornillos de allen, que se suministran para la operación.
Instalamos la App de Ninebot en nuestro Smartphone (con sistema Android, evidentemente también existe para IOS), y emparejamos nuestro patinete mediante Bluetooth: la operación, de nuevo, muy fácil.
A través de ella, podemos acceder a funciones del patinete: lo encendemos o apagamos a distancia. Porque el nivel de seguridad que otorga el F2 Pro es alto, ya que, además, tiene un sistema de bloqueo (CodeLock) para que nadie, sin haber introducido en el display el código, pueda poner en marcha el patinete.
Además, para los usuarios de un iPhone de Apple, se puede vincular la App ‘Buscar de Apple’ con la App de Segway-ninebot y geolocalizar en todo momento el patinete en el iPhone (consulta en la web del fabricante los modelos compatibles). Es una función que no todos los patinetes del mercado poseen y es muy interesante, especialmente en caso de robo.
También en la App podemos registrar rutas y acceder a funciones tan útiles como la recuperación de energía (configurable en 3 modos), el modo de paseo (el motor asiste cuando empujamos el patinete hasta 5 km/h) e, incluso, configurar la asistencia en el modo de conducción más deportivo ‘S’: en él nos permite personalizar tanto la velocidad máxima (entre 15 y 25 km/h) como la aceleración (modo de velocidad máxima, modo normal y modo de ahorro de energía).
Un motor que seduce
Subirse en algunos patinetes y pulsar el botón mágico puede ser un acto de fe por la impresión de poca consistencia que ofrecen algunos. Pero el Ninebot F2 Pro E traslada una gran sensación de robustez, con un bastidor realizado en aluminio de gran rigidez. Al subirnos en él, no hay señales de fragilidad. Además, la plataforma es de amplias dimensiones (450 X 150 mm) lo que nos ha permitido acomodar nuestros pies (en concreto, una talla 43) con facilidad. Asimismo, viene cubierta con una goma antideslizante.
En segundo lugar, hay algunos modelos que también transmiten sensación de poca potencia porque no es solamente cuestión de tener watios, sino de cómo hacerlos llegar a la rueda. El motor del F2 Pro E, en cambio, seduce por sus prestaciones. Evidentemente, los hay más potentes, pero, para un uso convencional, los 900 W de potencia que posee son más que suficientes. El motor asiste hasta un máximo de 25 km/h, que se alcanzan con suma facilidad. Este se ubica en la rueda trasera, lo que libera la dirección y permite instalar un freno de disco en la delantera con facilidad.
Este motor ofrece tres modos de conducción: el ECO (hasta 15 km/h), el Normal (hasta 20 km/h) y el Deportivo ‘S’ (configurable). En todos los casos, hemos notado un gran empuje, pero sin aceleraciones bruscas: comenzamos a empujar manualmente hasta que el patinete llega a 3 km/h y entonces el motor inicia el aporte de potencia. Y ese aporte no decae hasta la velocidad máxima. Por cierto, en la ficha técnica se advierte de que la pendiente positiva máxima de este Ninebot es del 22%: no sabemos hasta qué punto hemos llegado, pero sí sabemos que las cuestas que hemos subido (bastante pronunciadas) las hemos hecho a 25 km/h. Este F2 Pro E tiene potencia de sobra...
La batería que instala posee 460 Wh de capacidad, una cifra que se nos antoja como más que suficiente para los desplazamientos urbanos. En el modo más potente, el ordenador muestra autonomías de unos 40-45 km (que en el modo ECO llegan a los 55 km), una cifra que nos permitirá estar todo el día moviéndonos por la ciudad si así lo deseamos.
Algo tan importante como que el patinete se desplace a buena velocidad es poder frenarlo y, en ese sentido, este F2 Pro E destaca muy positivamente: al apretar la maneta de freno se actúa el disco de la rueda delantera (de accionamiento mecánico) y el freno electrónico que ofrece el motor en la rueda trasera. La potencia de frenada es muy contundente, aportando una gran seguridad en la conducción.
Un comportamiento muy seguro
Nuestra opinión es que uno de los factores negativos que desaniman a los posibles usuarios de los patinetes es la sensación de poca seguridad que infunden. En este sentido, el Ninebot F2 Pro E cuenta con diversos sistemas para hacer que la conducción sea lo más segura posible.
Es evidente que en un vehículo como un patinete, de reducidas dimensiones, la acción del usuario es fundamental: de nada sirve cualquier sistema utilizado si el uso no es el adecuado. Pero nuestro F2 Pro posee diversos gadgets muy interesantes, como, por ejemplo, un control de tracción (TCS) para firmes deslizantes que actúa sobre la rueda trasera (que es la que tracciona). No hemos podido rodar en suelo mojado, pero nos hemos metido en diversas ocasiones por alguna pista de tierra y no hemos notado pérdidas de adherencia. Por cierto, desde la App se puede desconectar este sistema.
El sistema de frenada, como ya hemos comentado, es muy potente, pero, sobre todo, dosificable. No hemos bloqueado la delantera en ningún momento. La frenada generada electrónicamente en la rueda trasera es un gran apoyo: logra espacios de frenada muy contenidos. Para avisar al resto de usuarios, el Ninebot F2 Pro E instala luz de freno. Además, incorpora un sistema de suspensión delantera (en la unión del tubo de dirección con la horquilla), de muelle y 35 mm de recorrido, que ofrece una filtración encomiable, tragando pequeñas irregularidades y haciendo, nuevamente, que la conducción sea más segura.
Otro activo en el ámbito de la seguridad es el propio comportamiento del patinete: posee suficiente potencia (y aceleración) para salir de cualquier atolladero. Es muy manejable gracias a la gran palanca que proporciona el ancho manillar de 570 mm. Si quieres cambios rápidos de dirección, los tendrás, pero limitados por los topes en la dirección que reducen el ángulo de giro del manillar, para no cerrar en exceso las curvas (e irnos al suelo). Esto tiene el único inconveniente de la maniobrabilidad en parado: un ángulo de giro tan limitado obliga a hacer varias maniobras para dar la vuelta al patinete.
Hacemos un inciso en el tema del manejo en parado del patinete: la marca declara 18,5 kgs de peso y nosotros hemos verificado exactamente lo mismo. Es un peso considerable, sobre todo porque está muy concentrado en la parte trasera (algo condicionado por la disposición del motor). Eso significa que, si tenemos que levantar el patinete para, por ejemplo, subirlo a un bordillo alto, nos va a costar que no roce la parte baja de la plataforma ya que tirando solamente del manillar no vamos a poder levantar la rueda trasera. Es un mal común con los motores de buje trasero.
Volviendo al aspecto de la seguridad, el propio comportamiento del patinete lo hace seguro: si el peso en la rueda trasera es un hándicap para moverlo en parado, en marcha esa disposición es una aliada al liberar la dirección y permitir un manejo muy fluido, sin interferencias. Su velocidad a la hora de serpentear con él hace que los estrechos carriles bici se queden pequeños. Así que rodar entre el tráfico no es una tarea imposible por la potencia y la alta velocidad que imprime el F2 Pro E.
Otros accesorios interesantes son los intermitentes led instalados en las puntas del manillar (pueden incluso emitir un pitido, configurable desde la App), una bocina electrónica muy potente complementada con un timbre (para no asustar a los peatones) y un potente set de luces: todo ello busca una experiencia a bordo del Ninebot muy segura.
El display que incorpora es muy completo: en él se muestra la velocidad, el nivel de la batería, el modo de conducción, aviso de luces puestas… Lástima que con días soleados su visión sea complicada. Algo bastante común en este tipo de pantallas.
En definitiva, el Ninebot F2 Pro E se nos ha mostrado como una compra muy inteligente: suelen decir aquello de que ‘en el medio está la virtud’ y este patinete eléctrico, en el medio de la oferta de Segway, ofrece todo lo necesario para rodar de manera cómoda y segura por la ciudad. Queremos insistir en el último aspecto, en el de la seguridad: nos parece vital salir a desplazarnos con las máximas garantías y este F2 Pro E permite al usuario conducir con mayor tranquilidad.
Lo último que queríamos destacar es su versatilidad: estamos acostumbrados a ver este tipo de vehículos en las grandes ciudades. Sin embargo, este tipo de patinetes eléctricos tienen mucho que decir en ciudades muy pequeñas e incluso en pueblos grandes, donde no hay más opciones que el coche.
Ficha Técnica Ninebot F2 Pro E
- Cuadro: tubular de Aluminio.
- Motor: Segway 900W.
- Batería: Segway 460 Wh.
- Display: Sí.
- Frenos: De disco delantero con accionamiento mecánico y electrónico en el motor.
- Horquilla de suspensión: de muelle con 35 mm de recorrido.
- Neumáticos: Ninebot 10’’x2,50’’ sin cámara y autoreparables (con líquido antipinchazos).
- Peso: 18,5 kg (verificado Híbridos y Eléctricos).
- Precio: 599,00 €.
