Desde Toyota han lanzado un nuevo patinete eléctrico de tres ruedas llamado C+Walk T. Si bien su nombre no es de lo más comercial o pegadizo, su diseño sí que proporciona una visión distinta a lo que ya conocemos a día de hoy como vehículo de este tipo. Desde la corporación nipona aseguran que este ha sido creado para una mayor comodidad y ergonomía que sus rivales actuales, así como un nivel de inteligencia y seguridad superior.
Estéticamente el C+Walk T se diferencia de forma notable de otros patinetes eléctricos comercializados a día de hoy, generando una primera impresión de un vehículo más propio de Segway, que de otros fabricantes de patinetes eléctricos. En primer lugar, su base presenta un diseño mucho más ancho y más pequeño en longitud. Este está hecho expresamente para ir sobre él con los dos pies juntos o incluso hacerlo sobre una sola extremidad. Esta parte tiene la posibilidad de desacoplarse para unir la zona frontal con otros elementos, como una silla de ruedas o unas pequeñas patas de apoyo para ayudar a caminar a personas con problemas de movilidad. Esta arquitectura lo hace realmente interesante a la hora de desplazarse por vías de tránsito urbano peatonal. Su personalización de color exterior es mínima, pues únicamente se presenta en una combinación de negro y blanco.
El manillar de este patinete presenta una pequeña pantalla digital donde ver numerosos datos de conducción.
En cuanto a su manillar, muestra una estética muy singular, con un grosor realmente llamativo, ya que aquí es donde se acoplan los diferentes mecanismos eléctricos, como el motor y la batería, quedando la rueda casi completamente carenada en la zona inferior. Esta presenta un tamaño notablemente superior a las dos traseras, ya que es de 10 pulgadas mientras que las otras dos son de 6 pulgadas, todas las ruedas se han equipado con neumáticos a prueba de pinchazos. También presenta en la zona de agarre superior, un semicírculo frontal, uniendo ambas agarraderas por la zona externa. Esta parte tiene una altura de 1.210 milímetros.
Sobre especificaciones técnicas puras, su batería de iones de litio extraíble tiene una capacidad de 0,27 KWh, lo que le proporciona una autonomía máxima de 14 kilómetros y una demora en su recarga de 2 horas y media a través de un dispositivo de carga de 100 V y CA incluido. Esta alimenta a un pequeño motor DC sin escobillas de 25 W de potencia, cifras más que suficientes para garantizar una velocidad máxima de hasta 10 km/h. Esta será configurable mediante los modos de conducción, pudiendo elegir entre 2, 3, 4, 5, 6 o 10 km/h, según convenga al propio usuario. Este es un vehículo adaptado para circular en vías peatonales, de ahí que sus posibilidades de velocidad no sean excesivas. Su capacidad de carga es de hasta 100 kilos, y su radio de giro es de tan sólo 0.59 metros.
En el manillar encontramos las palancas de freno, acelerador e incluso un botón de marcha atrás. Coronando esta parte se sitúa un pequeño panel con una pantalla digital en la que se mostrarán todos los datos relativos a nuestra conducción en tiempo real, como la velocidad, modo de conducción, o porcentaje actual de la batería. Junto a esta se sitúa una pequeña botonera donde se podrá hacer sonar el claxon, encender las luces o aumentar la velocidad máxima. Más abajo se encuentra el sensor donde ubicar una pequeña llave con la que se accionará este Toyota.
Puede servir como elemento de apoyo para personas con una movilidad reducida.
En términos de seguridad, en la zona frontal bajo el logo de Toyota, se sitúa un pequeño sensor de proximidad equipado con funciones de detección de obstáculos, algo que ayudará a evitar posibles accidentes con viandantes u otros elementos de mobiliario urbano. Una vez este sensor detecta la posibilidad de colisión a una distancia de 2,5 metros, el sistema emite una alerta visual en el panel digital, así como un pequeño pitido, a la vez que realiza una desaceleración paulatina hasta circular a 2 km/h. Una vez desaparece las probabilidades de accidente, el C+Walk T volverá a su dinámica establecida previamente. También incorpora la función de detección de pendientes pronunciadas, de forma que si encaramos una cuesta de bajada notablemente empinada, el vehículo desacelerará automáticamente y proporcionará un freno automático con el que no perder el control del mismo.
Este patinete eléctrico, de momento sólo será comercializado en Japón, donde ya se encuentra disponible para su venta. Desde la firma no especifican que este vaya a ser un modelo comercial para el resto de mercados, pero como siempre, esto puede variar dependiendo del nivel de entusiasmo de clientes potenciales, así como del éxito que presente en su mercado de origen. Este tiene un precio de 341.000 yenes, unos 2.649 euros.