A lo largo de todo el año hemos podido ir viendo como las cifras de ventas se acercaban al hito del millón de unidades. A falta de unas pocas miles a finales del pasado trimestre, el empujón habitual de final de año ha elevado las cifras definitivas de un 2022 que pasará a la historia por ser el año en el que Tesla batió, por primera vez, un volumen de entregas de siete dígitos. El crecimiento anual ha llegado al 47%, todo ello en un año marcado por la alta inestabilidad de los mercados.
El 2022 ha sido una montaña rusa para los de Austin. Arrancaron el año de forma muy positiva. Más de 310.000 entregas en el primer tercio demostraron que este sí iba a ser el año del millón de coches. Aunque no ha habido grandes novedades en la flota, la compañía ha crecido considerablemente en otros campos, como por ejemplo el de la producción. En el pasado mes de marzo, con apenas un par de semanas de diferencia, Tesla inauguró las Gigafactorías de Berlín, la primera en suelo europeo, y de Austin, la que ha terminado convirtiéndose en su sede oficial.
Con más músculo productivo, Tesla cuenta con algunas de las fábricas de ensamblaje final más activas del mundo. Liderados por la planta de Shanghái, un pequeño parón por las políticas cero COVID de China puso en peligro el objetivo anual. Sin embargo, hoy la Gigafactoría china es la más poderosa de todo el entramado productivo de la compañía y una de las de mayor volumen en todo el mundo. Ella sola se ha encargado de alimentar en gran medida el balance anual de 1.369.611 coches producidos, la gran mayoría correspondientes a los Model 3 y Model Y.
Más concretamente, los modelos de acceso a la familia han firmado 1.298.434 unidades en todo 2022, lo que supone un 94,8% del total de coches producidos. Los modelos más caros, los Tesla Model S y Model X, firmaron 71.177 ensamblajes. Si nos pasamos a la columna de las ventas podemos ver como Tesla ha vendido menos de lo que ha fabricado, algo completamente normal en la industria. Los concesionarios cerraron el año con un total de 1.313.851 vehículos matriculados. Una vez más los Model 3 y Model Y acapararon casi todo el protagonismo con 1.247.146 ventas, un 94,92% de las operaciones.
En apenas un par de semanas Tesla hará un balance más profundo de lo que supuso el 2022. Si bien nadie puede negar el efecto positivo de las ventas, en lo financiero no se esperan grandes resultados. En los 12 meses pasados la compañía se dejó un 65% de su valor en bolsa. A primeros de enero la acción de Tesla cotizaba en el límite de los 400 dólares, mientras que hoy el título apenas alcanza los 123. Un deterioro sustancial que ha venido provocado, en gran medida, por la díscola actitud de su CEO, Elon Musk. El magnate americano ha tenido muchos frentes abiertos y aunque el año no ha sido malo, los mercados no ven con buenos ojos tanta distracción.
El ejercicio de 2023 se espera muy similar al del 2022. La gama no va a cambiar mucho, aunque sí se esperan importantes novedades como el lanzamiento comercial del Tesla Cybertruck. La pick-up eléctrica será presentada, al menos así se espera, en algún momento del primer semestre. La producción arrancará en ese momento y aunque no se espera un volumen muy alto en un principio, el elevado número de reservas anima a ser positivo. Veremos si los de Austin se sacan de la manga algún secreto oculto, como el compacto económico que lleva rumoreándose varios años.
