Volkswagen tiene en la gama ID una apuesta de futuro. Los de Wolfsburgo han puesto todo los huevos en la misma cesta y no hay vuelta atrás. Aunque el cambio que plantean será paulatino, los alemanes ya tienen una fecha concreta para dar el salto definitivo a la movilidad eléctrica. Thomas Schaefer, recientemente nombrado director de operaciones de Volkswagen, ha confirmado que en el año 2033 sólo venderán coches eléctricos en Europa, dos años antes del margen oficial que plantea la propia Unión Europea.
La verdad es que a nadie puede cogerle por sorpresa semejante anuncio ya que el enorme esfuerzo que Volkswagen lleva realizando en los últimos años estaba dirigido a un único fin. Desde que en 2020 saliera al mercado el Volkswagen ID.3 la marca ha ido dirigiendo su mirada a un segmento que empieza a dominar. Eléctricos como el Volkswagen ID.4 ganan cada vez más adeptos en todo el mundo, y en Europa se ha convertido en el modelo más popular de la familia, aunque dentro de unos años todo puede cambiar.
Y lo hará porque la gama crecerá. La familia ID se ampliará y lo hará rápidamente. El propio Schaefer ha avisado que habrá 10 modelos nuevos en el mercado antes de 2026. El modelo de acceso será el esperado Volkswagen ID.1, del cual ya hemos hablado repetidamente. Siempre se ha dicho que estaría por debajo de la psicológica barrera de los 20.000 euros, pero la nueva cifra, inflación mediante, será de 25.000 euros. Ese será el punto de partida del modelo eléctrico más asequible en las filas de Volkswagen, un coste alto si tenemos en cuenta que hablamos de un segmento B.
Obviamente no será el único en presentarse ya que tras su lanzamiento se producirá la presentación de un crossover de semejante tamaño, el Volkswagen ID.2. El objetivo es rivalizar con modelos como el Peugeot e-2008 o el Opel Mokka-e. En este caso no se ha especificado precio de venta mínimo, aunque lo más lógico es pensar en cifras del entorno de los 28.000 euros. Muchos planes sobre la mesa y muchos lanzamientos previstos, no solo en la gama EV, sino también en los modelos ICE que correlativamente irán adaptándose a formatos electrificados hasta su completa desaparición.
Los ID tomarán el relevo de la gama, y al igual que los coches térmicos sufrirán actualizaciones y renovaciones. El primero en sufrir un lavado de cara será el ID.3. El compacto vivirá el año que viene una primera renovación que en palabras del director de operaciones: "dará un salto significativo y notable en términos de calidad, materiales y estabilidad del sistema". Puntos donde el ID.3 tiene que mejorar significativamente, aunque no se ha mencionado nada sobre un aumento en los índices de autonomía o prestaciones.
El otro gran titular que ha dejado la entrevista de Thomas Schaefer a Reuters indica que Volkswagen cambiará su enfoque de producción, de concentrarse en un solo modelo por fábrica a un pensamiento de plataforma. Eso quiere decir que el Grupo Volkswagen centrará la producción por plataformas y no por modelos. Sirva como ejemplo el ID.4 y el Škoda Enyaq, modelos mellizos que se fabrican en dos plantas diferentes. Se trata de una cuestión de costes con el que se pretende alcanzar un margen de beneficios del 8 por ciento para 2025.