General Motors fabricará un coche autónomo sin volante ni pedales llamado Cruise AV, que podría operar en un servicio de taxi similar a Uber a partir del 2019. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA) recibió una petición de GM para que les permitan operar una flota de estos coches sin conductor, pese a que no cumplen con 16 estándares federales de seguridad para vehículos motorizados.
La NHTSA dijo que "revisará la petición y la considerará detenidamente". Si se concede, la exención le permitiría a GM lanzar hasta 2.500 vehículos autónomos por año en una forma de servicio de taxi.
El ente regulador estadounidense tendrá muchos aspectos que evaluar antes de dar la aprobación, según Paul Hemmersbaugh, ex jefe de la NHTSA. Por ejemplo, una normativa exige que los vehículos tengan airbags en el volante, lo que no sería posible en este caso. No obstante, el Cruise AV tiene un airbag similar al que habitualmente encontramos en el lado del pasajero delantero que proporciona una seguridad equivalente.
El Cruise AV, basado en el Chevrolet Bolt, es un vehículo autónomo de cuarta generación de Cruise Automation, una startup de San Francisco que GM adquirió en marzo de 2016. Cuenta con cinco sensores LIDAR, 16 cámaras y 21 radares que proporcionan un elevado sistema de seguridad.
"En los últimos 18 meses, hemos trabajado con mucha rapidez para incluir esta tecnología en un vehículo listo para la producción", dijo el CEO de Cruise Automation, Kyle Vogt, a Automotive News.
Los automóviles autónomos de Cruise han conducido "cientos de miles de kilómetros urbanos complejos", indicó Vogt. GM ha anunciado planes para probar los coches en Arizona, California y Michigan. Se espera que se expanda a la ciudad de Nueva York en 2018.
"La tecnología (del Cruise AV) tendrá un gran impacto en el mundo", aseguró Dan Ammann, presidente de General Motors. "Las personas terminarán acostumbrándose a interactuar con la tecnología".
