La baja velocidad de la recarga de los vehículos eléctricos es uno de los hándicaps que todavía impide que la experiencia de usuario de un coche eléctrico difiera de la de uno de combustión. Los tiempos de espera para recuperar una autonomía suficiente exceden los habituales cinco o diez minutos que se tarda en repostar un tanque de combustible. Son varios los proyectos de investigación que tratan de eliminarlo y que precisan actuar sobre el punto de recarga y sobre la batería. Uno de ellos es el proyecto BlueFire, que se puso en marcha en 2019 y que ha logrado un avance significativo en este campo.
El logro es mérito de la empresa de ingeniería Hofer Powertrain, que aporta soluciones tecnológicas a la industria del automóvil y, en particular, en relación con los sistemas eléctricos de potencia. El proyecto de I+D BlueFire ha trabajado sobre los dos sistemas que interviene en la carga rápida de un vehículo eléctrico: el punto de recarga y la batería. Para el primero, emplea un protocolo de recarga bajo el estándar de carga rápida CCS con el que se pueden alcanzar potencias de hasta 3,75 MW.
En el caso de la batería, Hofer ha desarrollado un nuevo BMS (Battery Management System), que es el encargado de la gestión y control de la recarga de cada una de las celdas que la componen. La misión de este componente formado por un hardware y un software, es controlar el funcionamiento eléctrico y térmico de las celdas y del conjunto completo en el que se empaquetan. Un BMS no solo monitorea los voltajes, la corriente y los parámetros de temperatura, sino que también realiza el balanceo, calcula la carga e iguala las tasas de degradación, entre otras tareas.
Hofer instaló esta batería en un kart de carreras al que sometió a una serie de pruebas de carga y descarga real en carretera. Los resultados superaron ampliamente las expectativas, demostrando su funcionalidad y su rendimiento dentro del sistema de potencia eléctrico. La batería BlueFire logró una alta estabilidad en el ciclado, alcanzando tiempos de recarga de menos de 90 segundos para pasar del 5% al 85% de la capacidad de batería (SOC).
El proyecto piloto muestra que la batería BlueFire es capaz de reducir significativamente los tiempos de recarga y que podría ser incluso empleada en competiciones de resistencia en las que se necesita que los vehículos estén operativos durante 24 horas seguidas. Pero su verdadera utilidad está en el empleo diferentes aplicaciones. Los ingenieros de la compañía trabajan actualmente en lograr un aumento en la densidad de energía en las celdas de la batería BlueFire y en reducir su peso.
Según explica Gerold Sluka, un ingeniero experto en baterías de Hofer, “el sistema de batería BlueFire hará que las carreras eléctricas de resistencia sean más emocionantes. Con tiempos de carga tan rápidos en las paradas en boxes, los superdeportivos pueden regresar al circuito en poco tiempo, creando una experiencia emocionante para los aficionados a estas disciplinas”.
Hofer ya ha iniciado las conversaciones iniciales con empresas interesadas en este sistema para que, con sus inversiones, puedan colaborar en el desarrollo futuro de esta tecnología.