Debemos acostumbrarnos a ello, es cuestión de estadística: conforme se vaya incrementando el número de aeronaves eléctricas surcando los cielos, más probable será que un avión de este tipo se vea envuelto en algún incidente. Como también es pura cuestión de probabilidad que el modelo que se ha estrellado hace apenas unos días en Noruega sea un modelo cada vez más popular, especialmente en las escuelas de pilotos.
Efectivamente, un avión eléctrico se estrelló el miércoles de la semana pasada en un lago en Noruega, asestando un pequeño revés a los esfuerzos de numerosas compañías por electrificar los vuelos y popularizarlos. El avión estaba siendo utilizado por el operador aeroportuario público de Noruega, Avinor, precisamente para mostrar la tecnología eléctrica en la aviación. Sin embargo, en esta ocasión, la aeronave se vio forzada a realizar un aterrizaje de emergencia que acabó con el avión estrellándose contra un lago.
Según informaba Reuters, tanto el piloto como el pasajero lograron escapar ilesos. Lo que sí se ha visto dañada, además del propio avión, es la reputación del primer avión eléctrico de Noruega, siendo -en palabras de las autoridades noruegas- "un revés para la estrategia de la aviación [electrificada] del país". Noruega es uno de los países donde más rápido se está implantando la movilidad eléctrica en todos sus ámbitos, desde la aviación hasta el transporte marítimo, pasando por los coches (donde los eléctricos supusieron casi un tercio de las matriculaciones totales el año pasado).
A los mandos de la aeronave iba el mismo presidente ejecutivo de Avinor, Dag Falk-Petersen, que posteriormente declaró: "Hice una llamada de emergencia may-day y busqué un lugar para aterrizar", mostrando su pesar por lo que significaba este accidente: "Esto no es bueno para el trabajo que hacemos". La causa del accidente, bajo investigación, aún se desconoce.
A pesar de que todavía hay muy pocos aviones eléctricos en funcionamiento, es el segundo accidente de un avión eléctrico en poco más de un año. El verano pasado, hacia el mes de junio, el prototipo de un avión eléctrico de Siemens se incendió en el aire antes de estrellarse y matar a ambos ocupantes.
Alpha Electro: el avión estrellado es un modelo bien conocido
En los últimos años, son unas cuantas las compañías que están trabajando en el desarrollo de aviones eléctricos, de las que hemos ido haciéndonos eco en esta web (puedes leer aquí todas las noticias sobre aviones eléctricos). Desde Airbus hasta Rolls-Royce, pasando por Siemens, EasyJet y el propio Elon Musk, la industria alberga cada vez más actores de alto nivel.
El Alpha Electro se puede recargar completamente en apenas 1 hora.
Entre todos los grandes nombres, quizá Pipistrel no resuene tanto pero es el fabricante del Alpha Electro: el modelo que se ha estrellado en Noruega y una aeronave cada vez más popular, especialmente en las escuelas de pilotos. El Alpha Electro es un avión biplaza de entrenamiento con un motor eléctrico de 85 kW y baterías con capacidad de 20 kWh, que le permiten una autonomía de 1 hora de vuelo (más 30 minutos adicionales de reserva) y cuya vida útil se estima en 1.000 horas de vuelo.
El peso total de la aeronave es de 350 kilos y tiene una carga útil de 200 kg como máximo. Entre sus mayores ventajas, además de ser más silenciosa que una avioneta convencional, está su reducidísimo coste operacional: menos de 3 dólares por vuelo.