La compañía alemana Lilium, que estaba desarrollando taxis aéreos voladores, ha anunciado que planea solicitar la insolvencia de sus dos filiales más importantes en los próximos días, tras la reciente negativa del gobierno alemán a concederle ayudas estatales.
La compañía, especializada en el desarrollo de vehículos aéreos eléctricos, informó sobre esta situación a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), explicando que, a pesar de sus continuos esfuerzos para recaudar fondos, no ha logrado obtener la financiación necesaria para mantener a flote sus filiales Lilium GmbH y Lilium eAircraft GmbH. Ambas empresas están sobreendeudadas y carecen de recursos suficientes para cumplir con sus obligaciones financieras inmediatas, situación que ha forzado la solicitud de insolvencia.
Las solicitudes serán presentadas ante el tribunal de distrito de Weilheim, en Baviera (Alemania), aunque aún no se ha confirmado si serán aceptadas. Lilium mantiene la esperanza de llevar a cabo el procedimiento de insolvencia bajo su propia administración, un proceso que en Alemania suele estar orientado a la preservación y continuidad de las operaciones.
Un portavoz de la empresa ha afirmado que esta medida no significa necesariamente el fin de Lilium, sino que podría ofrecer un margen temporal para explorar opciones de financiación adicionales o incluso para vender partes de la compañía, en caso de ser necesario.
Hasta el momento, Lilium no ha revelado el nivel exacto de endeudamiento de sus filiales, aunque se sabe que disponía de unos 109 millones de euros en efectivo a finales de junio, cantidad que podría agotarse pronto dado el ritmo de gasto de la empresa. Un gasto que ascendió a 190 millones de euros en los seis primeros meses de 2024.
La compañía, que inició la producción en serie de su Lilium Jet en 2023 y tenía previsto comercializarlo en 2026, había intentado durante meses obtener ayudas financieras del gobierno alemán y del estado de Baviera, aunque ambas solicitudes fueron denegadas la semana pasada. Esta negativa ha intensificado la crisis de la empresa, que había advertido de su posible salida de Alemania en caso de no conseguir respaldo financiero. Con el riesgo de insolvencia ahora en juego, la situación parece acercarse a un punto crítico que podría, efectivamente, llevar a la compañía a buscar otros países para sus operaciones.
Además, el impacto de este anuncio ha alcanzado a su empresa matriz, Lilium N.V., que cotiza en el Nasdaq y es responsable del desarrollo del Lilium Jet. Actualmente, la empresa cuenta con una cartera de pedidos que supera las 780 unidades, con acuerdos preliminares de compra provenientes de operadores de Estados Unidos, Sudamérica, Europa, Asia y Oriente Medio.
El proyecto de Lilium había traspasado lo conceptual y se había materializado en vehículos reales. De hecho, la compañía llegó a probar algunos prototipos en España. Lilium hizo pruebas con un prototipo de avión no tripulado (Phoenix 2) en el Centro de Vuelos Experimentales ATLAS en la localidad jienense de Villacarrillo, entre extensos olivares.
Desde su fundación, Lilium ha dependido exclusivamente de financiación privada, con inversores como Tencent, Atomico, LGT Bank, Baillie Gifford, Palantir y Honeywell. Según el diario alemán Handelsblatt, estos inversiores acumulan unas pérdidas que ascienden a 1.460 millones de euros. En este contexto, la dirección de Lilium también analiza la posibilidad de que la empresa matriz pueda verse obligada a solicitar insolvencia en el futuro, en caso de que no se logre estabilizar su situación financiera a corto plazo.
En el comunicado, Lilium advierte que la solicitud de insolvencia de sus filiales podría llevar a la exclusión de sus acciones del Nasdaq Global Select Market o a la suspensión de su cotización en dicho mercado. Esta perspectiva generó una caída en el valor de las acciones de Lilium, reflejando la preocupación de los inversores por el futuro de la compañía.