Muchos y variopintos son los vehículos eléctricos que se están desarrollando desde hace unos pocos años, y los aviones no están siendo ajenos a esa transformación. Aunque entrañan dificultades y retos de mayor envergadura (nunca mejor dicho) que otros medios de transporte como los autobuses eléctricos, los aviones eléctricos van apareciendo a cuentagotas. Un ejemplo de ello es el hidroavión eléctrico de Harbor Air, una aerolínea comercial de hidroaviones de la Columbia Británica (Canadá) que ha hecho el primer vuelo del mundo con un hirdroavión totalmente eléctrico.
El hidroavión en cuestión ha sido desarrollado en asociación con MagniX. Harbor Air, un operador de línea aérea comercial de hidroaviones con sede en Columbia Británica, ha desarrollado un nuevo avión totalmente eléctrico en asociación con MagniX. Tras varios meses de trabajo, la aerolínea canadiense ha querido mostrar al mundo el primer vuelo exitoso de este hidroavión con unos posts publicados en sus redes sociales.
El avión no ha sido desarrollado partiendo de cero, sino que han tomado como base un Havilland Canada 'Beaver', un veterano y popular modelo que fue concebido especialmente para soportar las extremas condiciones del Norte de Canadá y Alaska.
MagniX le ha montado al renovado hidroavión un motor eléctrico de 760 CV de potencia. Sobre el otro principal componente, la batería, no ha detallado la capacidad y se han limitado a decir que pesa «una tonelada». Suponiendo una densidad energética de 180 Wh/kg, la batería podría rondar los 180 kWh de capacidad -aunque esto, insistimos, es una suposición-.
The world's first electric seaplane! https://t.co/YBOIAQJIKP
— Harbour Air Seaplanes (@HarbourAirLtd) December 10, 2019
En cualquier caso, sus operadores aseguran que la autonomía no es una gran preocupación para ellos, ya que se dedican a hacer trayectos relativamente cortos. Harbor Air opera rutas entre Victoria, Vancouver, Nanaimo, Whistler, Seattle, Tofino, Salt Spring Island, Sunshine Coast y Comox (distancias que oscilan entre 90 y 150 kilómetros).
Según sus promotores, este hidroavión no solamente permitirá volar con menos ruidos y menos emisiones, sino que además permitirá vuelos «significativamente más baratos» de operar. Según MagniX, el proceso de convertir el avión a eléctrico se amortiza en cinco años si tenemos en cuenta el mayor mantenimiento que requiere el motor de combustión y su gasto en combustible.
Ahora los planes de ambas compañías pasan por continuar con las pruebas del avión, e ir sucesivamente electrificando toda su flota de 53 aviones.