En un comunicado de prensa publicado recientemente, Airbus anuncio un cambio en la relación entre ambas compañías, algo que corroboró uno de los portavoces de Siemens al afirmar a una agencia alemana de noticias que "los objetivos acordados se lograron un año más rápido de lo esperado, y ahora se está llevando a cabo la separación, también, antes de lo previsto".
Todo había comenzado en 2016 como una cooperación de cinco años y se supondría que continuaría en 2020. El plan consistía en que Airbus y Siemens invertirían una suma de 3 dígitos durante ese período. La colaboración que llega a su fin ahora, involucró a un equipo de 200 personas que tenían la tarea de establecer qué modelos serían posibles con 3 tipos de propulsión: 100 kilovatios, más de 2 megavatios, y hasta 10 megavatios. La colaboración entre ambas compañías parecía estar centrada en aviones diseñados para más de 20 personas.
En noviembre de 2017, Airbus, Siemens y Rolls Royce habían anunciado que montarían un jet regional de 100 plazas con un motor eléctrico híbrido para una turbina en el año 2020, a modo de prueba. Lo que no parece estar claro es si el proyecto E-Fan X llegará a buen término. Lo que en principio parecía una cooperación ambiciosa se estaría convirtiendo en una simple relación proveedor-cliente. El Jefe del Programa de Sistemas de Avión E-Aircraft en Airbus, Martin Nuesseler, afirmó vagamente que "los resultados logrados hasta ahora allanan el camino hacia el futuro del vuelo híbrido. Estamos seguros que Siemens e-Aircraft continuará siendo socio cercado de Airbus en el futuro".
Todo esto no ha hecho más que fomentar las especulaciones sobre los motivos de la separación. Podría estar relacionado con el cambio de gestión de Airbus ya que Guillaume Faury asumió recientemente la gestión del grupo que antes lideraba Tom Enders. Además, hay nuevos nombramientos en el departamento de tecnología de Airbus.
Lo que también podría haber influido es el entorno cambiante de la aviación eléctrica. Con compañías como la fabricante israelí de aeronaves Eviation y la compañía noruega Bye Aerospace dando pasos agigantados en materia de aviones eléctricos comercialmente viables, no se descarta que puedan haber influido también en esta decisión. Airbus y Boeing no son las únicas en el mercado de los motores eléctricos.
Además, una gran cantidad de nuevas empresas están trabajando en volar taxis y aviones eléctricos no tripulados. En marzo de este año, Airbus presentó los frutos de su trabajo con Audi como parte del proyecto Urban Air Mobility con el taxi aéreo CityAirbus .
Aunque el fabricante europeo de aviones está convencido de que Siemens "seguirá siendo un socio cercano de Airbus en el futuro", como lo expresó Manfred Nuesseler, ya no se habla de una cooperación cercana.