El transporte marítimo, sin duda alguna, es uno de los últimos relictos de los motores de combustión interna. La falta de autonomía sigue siendo un problema para incorporar la tecnología eléctrica, pero las mejoras de esta alternativa hacen que cada vez sea más viable su incorporación. China, tras realizar importantes movimientos en términos de transición ecológica, ya está realizando pruebas para incorporar soluciones eléctricas en el transporte de mercancías a nivel fluvial.
El último ejemplo de ello nos lo muestra el nuevo carguero completamente eléctrico que ya ha sido botado en el astillero de Yangzhou. COSCO Shipping Heavy Industry es la empresa responsable de su utilización y se espera que este no sea el único encargo que se realice. Ahora bien, ¿qué fórmula se ha pensado para eliminar la huella de carbono en el transporte de miles de toneladas de productos en cada desplazamiento? La clave está en aprovechar la flexibilidad que ofrecen los contenedores portátiles repletos de baterías.
Un carguero fluvial eléctrico como alternativa al uso de combustibles fósiles
El transporte marítimo podría cambiar para siempre a tenor de la tecnología usada por este carguero de COSCO. El Yangtze, el río por el que circulará este barco portacontenedores, será testigo de una prueba que atraerá todas las miradas a nivel internacional. Se trata de un carguero con una capacidad para transportar en torno a 700 contenedores en cada desplazamiento. Su principal particularidad es la disposición de una tecnología eléctrica. La presencia de 2 motores de 900 kW y el conjunto de baterías son su principal seña de identidad.
Con el objetivo de aprovechar las capacidades que ofrecen las mecánicas eléctricas, se contará con un total de 36 contenedores portátiles, los cuales se irán situando en los diferentes puertos que componen la travesía. De acuerdo con la información de Clean Technica, cada uno de ellos dispone de baterías con una capacidad de hasta 50.000 kWh. Para entender la magnitud del programa, esto sería el equivalente a los conjuntos de batería que tendrían un total de 500 unidades del Tesla Model S.
Al fin y al cabo, debe tenerse en cuenta que, en sentido ascendente, el barco debe superar la fuerza contraria que ejerce el agua que tiene como destino el mar de China. Se ha calcula que el agua navega a una velocidad de algo más de 3 km/h, lo cual es suficiente para tener que realizar un impulso energético muy grande. La fórmula descrita anteriormente puede permitir que el transporte interior de mercancías sea mucho más eficiente en el futuro, ya que permitirá dejar atrás el uso de los combustibles fósiles.
Gracias a la solución encontrada, se podrá cubrir una ruta de unos 1.000 km, una alternativa que hasta el día de hoy estaba realizándose a través de buques mercantes con motores diésel convencionales. Se trata, por tanto, de un importante paso que tiene como objetivo la descarbonización del transporte en China. Es cierto que no estamos ante el primer carguero eléctrico del mundo, pero sí ofrece un rendimiento diferencial respecto a cualquier otro.
Las pruebas del N997, que es el número de identificación que posee en el caso, ya han comenzado. Este proyecto arrancó en diciembre de 2022, siendo ahora el momento en el que se ha completado la fase de producción. Una segunda unidad comenzó su construcción en el pasado mes de mayo, por lo que en el momento de su botadura ya se tendrá conocimiento sobre el rendimiento de la alternativa eléctrica.