La tecnología eléctrica tendrá, con el paso del tiempo, un mayor protagonismo en la industria de la movilidad. Desde hace tiempo, el coche eléctrico está creciendo en el mercado. Lo mimo ocurre en el ámbito de las dos ruedas. ¿Por qué no esperar lo mismo en otros sectores, tales como el transporte marítimo o la aviación? Recientemente acaba de superarse un récord de velocidad en el agua. Unos estudiantes de la Universidad de Princeton lo acaban de lograr.
Una de las curiosidades más destacadas es que la mecánica empleada para la consecución de este registro ha sido la adopción de una tecnología puramente eléctrica. Se trata, por tanto, de una prueba más para demostrar la compatibilidad entre las alternativas sin emisiones contaminantes y el rendimiento de la alta competición.
Una nueva marca de récord fijada por una embarcación creada por la Universidad de Princeton
Para la obtención de este nuevo registro, se ha hecho una comparativa entre la velocidad obtenida en la ida del recorrido y la homóloga cifra conseguida en la vuelta. La media de las dos ha servido para establecer la marca definitiva. En base a ello, se pudo fijar un primer tiempo en cronómetro de 178,8 km/h. En la segunda parte del recorrido se obtuvo un paso por meta a una velocidad de 189 km/h. El promedio entre ambas opciones fue, por tanto, de 183,78 km/h.
Los hechos tuvieron lugar el pasado mes en el lago Townsend, Estados Unidos. Cabe precisar que la marca ha sido muy superior a la obtenida por Jaguar hace ya un lustro. Por aquel entonces, se fijó una marca definitiva de 142,6 km/h. Se trata de un incremento por valor de casi del 30%. Una mejora de la aerodinámica, unido a un menor peso (442 kg incluyendo al piloto) e incrementos de potencia (149 kW), ha permitido obtener esta nueva marca a batir. La embarcación utilizada provenía del mundo de las carreras, por lo que ha sido más sencillo obtener el nuevo récord.
El equipo que ha participado en la consecución de este hito cree que es posible, incluso, obtener mejoras adicionales de velocidad. Se espera que a a lo largo de los próximos meses se realicen nuevos intentos con el objetivo de alcanzar la cifra psicológica de los 200 km/h. Para ello, se deberán llevar mejoras en el circuito eléctrico y, adicionalmente, en aquellas variables que inciden en el rendimiento.
Princeton Electric Speedboating, que es como así se denomina el equipo que ha trabajado en este proyecto, seguirá intentando mejorar la embarcación a medida que se introducen innovaciones en el sector de las baterías. Al fin y al cabo, una de las principales debilidades de este modelo está relacionada directamente con la autonomía. El incremento de la densidad de las mismas permitiría recorrer una mayor distancia o, por supuesto, reducir el peso para mejorar su capacidad de respuesta en pruebas de este estilo.
