El Leapmotor C10 se perfila como una de las opciones más atractivas en la oferta de coches eléctricos. Por su formato SUV familiar, por la propuesta tecnológica, con versiones eléctrica y de autonomía extendida, y por sus precios contenidos. Con un diseño robusto, una fabricación de calidad y un precio realmente competitivo sin necesidad de subvenciones estatales, este modelo se presenta como una alternativa ideal para quienes buscan un vehículo con etiqueta CERO emisiones.
Con una longitud de 4,73 metros, el Leapmotor C10 se posiciona como una alternativa interesante frente a vehículos como el Tesla Model Y o el Skoda Enyaq, al mismo tiempo que rivaliza con modelos internos de Stellantis, como el Opel Grandland y el Peugeot 5008. Fiel a la filosofía característica de la marca, destaca por un diseño moderno y sobrio, sin elementos llamativos. Sin embargo, hay algunas curiosidades que, si bien no son un motivo de compra, sí lo diferencian de algunos de sus rivales más cercanos.

Los cuatro detalles sorprendentes
Uno de los aspectos que más destaca del Leapmotor C10 es la atención al detalle en su diseño. Entre sus curiosidades, se encuentra la luz trasera de freno, que adopta un efecto similar al “coche fantástico”. Esta peculiaridad se activa cuando el vehículo está en marcha, es decir, con la posición D del cambio, lo que resulta muy llamativo y aumenta la visibilidad y el atractivo estético del coche, aunque esté detenido pisando el freno.
Este detalle aporta un toque futurista sin sacrificar la seguridad, lo que puede ser muy apreciado por los conductores que valoran tanto el diseño como la funcionalidad.
Otra curiosidad del Leapmotor C10 es su innovador (y quizás extraño) sistema de apertura y encendido. En lugar de utilizar una llave convencional o un mando a distancia, el vehículo incorpora una tarjeta delgada, similar a una tarjeta de crédito, que permite funciones de mando casi libres.

Sin embargo, esta no es la novedad, puesto que ya la ofrecen otros modelos. Porque este sistema requiere que la tarjeta se deslice por un receptor oculto en el retrovisor del conductor para desbloquear las puertas, lo que añade un elemento de sorpresa al proceso de entrada.
Una vez dentro, el coche detecta la tarjeta y se activa de forma automática; para arrancar, basta con pisar el freno e insertar la marcha. Esta solución elimina la necesidad de múltiples botones o interruptores, simplificando la experiencia de uso y reforzando el compromiso con la innovación.
Otro aspecto que distingue al Leapmotor C10 es su planteamiento hacia la simplicidad y la fiabilidad de sus componentes. Por ejemplo, los tiradores de las puertas han sido diseñados para integrarse de forma discreta en la carrocería. En lugar de los costosos y complicados sistemas eléctricos, estos tiradores se activan con una presión en uno de sus extremos, permitiendo que la maneta se despliegue para abrir la puerta (es similar al que ofrece, por ejemplo, el Tesla Model Y).
Este método también recuerda a las soluciones vistas en algunos deportivos de antaño, reduce la posibilidad de fallos mecánicos y minimiza los costos de mantenimiento, ofreciendo una opción práctica y duradera.

Por último, y quizás lo menos sorprendente puesto que es una opción que ya se ofrece en muchos otros modelos, es la inclusión en el acabado Design que eleva la experiencia a bordo con su iluminación ambiental LED, que permite configurar más de 200 colores diferentes.
Esta función no solo añade un toque personal y moderno al interior del vehículo, sino que también se sincroniza con el equipo de sonido para crear un ambiente único y dinámico, casi como un “efecto discoteca”. Los directivos de Leapmotor aseguran que esta característica resulta realmente llamativa y añade una dimensión divertida a la conducción.

En la mecánica eléctrica, también diferente a los demás
Si bien no se puede entender como una curiosidad, el sistema de propulsión elegido por Leapmotor para la nueva variante que acaba de llegar al mercado es también bastante poco habitual. La versión REEV destaca por ofrecer una experiencia de conducción eléctrica completa, facilitando la transición hacia vehículos con cero emisiones de manera accesible para todos los usuarios.
Esta tecnología de propulsión es diferente de los sistemas híbridos tradicionales y los enchufables convencionales. Integra una batería, un motor de combustión de gasolina que opera como generador y un motor eléctrico, que es el único encargado de impulsar el vehículo.
La tecnología de autonomía extendida no solo permite recargar la batería mediante la red eléctrica, sino que también utiliza el generador de gasolina para este fin, asegurando que la propulsión se mantenga 100% eléctrica en todo momento.