Tesla no sale de un problema, en parte generado por su CEO, Elon Musk, que ha provocado una histórica caída en bolsa en los últimos meses, para enfrentarse a un nuevo desafío, esta vez tecnológico. Un nuevo reto que señaló el conocido economista Santiago Niño Becerra.
La marca de Elon Musk no solo lucha por competir en costes frente a los fabricantes chinos, sino que también se ve superada en innovación tecnológica por empresas como BYD.

Impacto en la competencia global
Durante el podcast La ventana de los números de Cadena SER, Niño Becerra destacó una sorprendente tecnología desarrollada por BYD. La firma china presentará, por el momento en su mercado local, un sistema de carga capaz de proporcionar en tan solo cinco minutos la energía suficiente para recorrer hasta 400 kilómetros. Este avance podría transformar de manera definitiva el futuro de los vehículos eléctricos, marcando un antes y un después en la industria.
Aunque la salida al mercado de esta tecnología aún no tiene una fecha definida, su potencial para revolucionar la industria automotriz es innegable. Si BYD logra consolidar este invento, podría alterar el equilibrio mundial del sector, afectando a gigantes de los eléctricos como Tesla, así como a fabricantes europeos. La inversión multimillonaria de Alemania en el desarrollo de baterías de litio también se vería comprometida, evidenciando la magnitud del cambio que se avecina.
Este anuncio se produce en un momento delicado para la relación entre Estados Unidos y Europa. Ante los aranceles del 25% impuestos por Donald Trump a los automóviles europeos, la industria del Viejo Continente podría sufrir otro duro golpe. Sin embargo, este escenario también abre la puerta a una aceleración en la adopción de vehículos eléctricos, impulsada por tecnologías más eficientes y de carga rápida.

Un salto cualitativo en la movilidad eléctrica
La innovación de BYD no es simplemente un cargador más rápido, sino un sistema que redefine la experiencia de recargar vehículos eléctricos. Al permitir una carga en apenas cinco minutos que garantiza una autonomía de 400 kilómetros, se equipara prácticamente al tiempo de repostaje de los coches de combustión interna. En comparación, los supercargadores de Tesla requieren entre 20 y 40 minutos para una carga completa, lo que coloca a la marca de Elon Musk en desventaja frente a las baterías avanzadas provenientes de China.
Santiago Niño Becerra subraya que este salto tecnológico podría acelerar la transición hacia vehículos eléctricos, haciendo que su uso sea más eficiente y cómodo. Con una mayor penetración de estas innovaciones, el mercado automotriz estará cada vez más dominado por desarrollos asiáticos, lo que promete un futuro más brillante y competitivo para la movilidad eléctrica.

No solo BYD: Zeekr y Huawei se apuntan a la fiesta
Zeekr, la marca prémium perteneciente al Grupo Geely, propietario a su vez de Volvo, Lotus, Polestar y Smart, ha presentado un supercargador de 1.200 kW que comenzará a instalarse en China este trimestre. Este sistema, equipado con refrigeración líquida para garantizar seguridad y eficiencia marca un hito frente a sus anteriores modelos de 360 kW y 800 kW. La tecnología promete reducir drásticamente los tiempos de recarga, acelerando la transición hacia los vehículos cero emisiones.
Pero este avance tecnológico no termina ahí. Huawei, el gigante tecnológico, ha anunciado que el 22 de abril desvelará un cargador aún más potente: 1.500 kW, el más rápido del mundo hasta la fecha. Este sistema podría cargar 20 kWh por minuto, permitiendo llenar una batería promedio en solo 15 minutos. Mientras marcas como BYD o Zeekr se enfocan en turismos, Huawei apunta más alto: su diseño está pensado para camiones eléctricos pesados, un sector clave para descarbonizar el transporte de mercancías.