La consultora Bloomberg New Energy Finance (BNEF), una entidad reconocida en todo el mundo por sus certeros análisis del mercado del automóvil, adelanta ahora la fecha en la que los coches eléctricos serán más baratos de producir que los coches de combustión de similares características. La fecha que se establece ahora es 2026, para el caso de los coches eléctricos para uso particular de tamaño medio (segmentos C y D), como las berlinas, los hatchbacks o los SUV. Sin embargo, para las furgonetas eléctricas el límite se adelanta un año 2025, y para los coches eléctricos más pequeños (segmento B) se retrasa a 2027.
Los datos, la metodología y las conclusiones obtenidas por BloombergNEF aparen publicadas en un informe de la organización sin ánimo de lucro Transport & Environment, que ha sido la que ha encargado este trabajo. La caída de los costes de batería, las nuevas arquitecturas de los vehículos y unas líneas de producción dedicadas a ellos permitirán una reducción de precio tal que serán innecesarias las ayudas que muchos estados implementan actualmente.
La equiparación del precio entre los coches eléctricos y los coches de combustión es uno de los hitos potenciales que significarán un cambio sin retorno en la industria automotriz. Los analistas de BloombergNEF aseguran que la evolución de los diferentes mercados que influyen sobre el precio de producción y venta de un vehículo eléctricos hacen que este momento esté más cerca de lo esperado. En 2025 se igualará el precio de las furgonetas eléctricas, en 2026 el de los turismos de tamaño medio y de los SUV y en 2027 el de los vehículos más pequeños. El análisis va un poco más allá e incluye una previsión para 2030, cuando un automóvil eléctrico será un 18% más barato (antes de impuestos) que un automóvil similar de combustión.
Estimaciones del precio de los vehículos eléctricos durante esta década.
La relación entre los precios de los automóviles eléctricos y los vehículos con transmisiones tradicionales es confusa ya que los impuestos con los que se carga su compra son diferentes en cada país. Además, los instrumentos existentes para estimular la producción y la venta de los vehículos eléctricos se utilizan de manera muy diferente en cada uno de ellos. Así, hoy en día, al ser la producción de un eléctrico mucho más costosa que la de un vehículo de combustión, se hace necesario ofrecer incentivos económicos para la compra, que hacen que las diferencias entre los precios de venta de un mismo modelo con las mismas características sean significativas.
Dentro de cuatro años esta fotografía del mercado cambiará. Dos son sobre todos los factores que BloombergNEF estima como básicos para alcanzar la paridad de precio: la rápida caída de los precios de las baterías, por encima de las estimaciones esperadas, y la aceleración de las economías de escala que lograrán los fabricantes al elevarse la demanda.
Según los cálculos de BloombergNEF, los costes de producción de un coche eléctrico medio con una autonomía de aproximadamente 400 kilómetros son actualmente unos 38.000 euros. Dentro de cuatro años, en 2025, este coste caerá hasta los 20.000 euros y en 2030 descenderá todavía un poco más, hasta los 16.000 euros. A su vez, los costes de producción de un coche similar con un motor de combustión se mantendrán estables entre los 18.500 y los 20.000 euros.
Según Transport & Environment estas cifras proporcionan una base realista para que, a partir de 2035, todas las ventas de automóviles nuevos en Europa se correspondan con vehículos totalmente eléctricos. En seis años cualquier tipo de vehículo, sea cual sea su formato y el país en el que se desee adquirirlo, será más barato que su equivalente de combustión. "Los coches eléctricos no solo son mejores para el medio ambiente y para el liderazgo industrial europeo, sino también para la el bolsillo de cada comprador" asegura la directora senior de T&E, Julia Poliscanova.
A su vez, reclama requisitos de emisiones más estrictos y un ritmo significativamente más alto en el desarrollo de la infraestructura de recarga. "Sabiendo que el mercado está listo, la UE tiene la oportunidad de fijar una fecha para finalizar con las ventas de coches de gasolina y diésel en 2035. Los coches nuevos contaminantes no deberían venderse por más tiempo del absolutamente necesario", dice Poliscanova.