Hace unos años, Ample se presentaba como una empresa tecnológica que, según su propia definición, está enfocada en resolver el desafío de la recarga de vehículos eléctricos. En ese momento se encontraba en una fase todavía embrionaria y precisaba de una ronda de financiación que fue liderada por Shell y a la que acudieron otras empresas como Repsol Energy Ventures, el fondo de capital riesgo de la petrolera española para inversiones en startups. Ahora, unos cuantos años después, Ample presenta su primera estación de intercambio de baterías que emplea baterías modulares adaptables a los coches eléctricos actuales, y que ya están integradas en nueve modelos de cinco fabricantes diferentes.
En los últimos años, considerar el intercambio de baterías como una opción añadida a la red de recarga ha ido perdiendo adeptos pro diferentes causas. El sistema Better Place de Renault, lanzado en 2012, combinaba el alquiler de baterías y el intercambio, aunque probablemente se adelantó a su tiempo. El proyecto estaba unido al Fluence EV, un vehículo de grandes dimensiones con la batería ocupando buena parte del maletero y con poca autonomía, lo que le convertía en un coche urbano incómodo de manejar. Por otro lado la infraestructura robotizada era compleja y cara. La aceptación fue nula por parte de los clientes, llevando a la empresa a la bancarrota. Tesla hizo una prueba de campo y comprobó que no era un sistema interesante para sus clientes, sobre todo teniendo detrás su amplia red de Supercargadores, en ese momento gratuita. El intercambio de batería obligaba además al pago de una tarifa y no solventaba el problema de la propiedad, ya que en el caso de Tesla no hay posibilidad de alquilarla. El fabricante chino NIO apuesta por esta tecnología con un sistema de intercambio similar al de Renault. Sus estaciones pueden reemplazar de forma autónoma la batería en aproximadamente tres minutos y se combina con un sistema de alquiler de baterías que reduce el precio de los vehículos. Su propuesta parece haber tenido más éxito y el año pasado celebró los 500.000 cambios de batería.
Las estaciones de intercambio de Ample ocupan el espacio de dos plazas de aparcamiento.
¿Qué aporta Ample a este panorama?
Tras unos años en completo silencio desarrollando su propuesta, la startup ha presentado una solución de intercambio de baterías automatizado que hace uso de baterías modulares adaptables a los vehículos eléctricos existentes. Su solución de divide en dos partes principales. La primera es el empleo de una arquitectura modular que permite que los vehículos que ya están en el mercado puedan hacer uso de la segunda parte: la estación de intercambio de baterías.
Para Ample, la mejor manera de resolver los problemas relacionados con el sistema de intercambio de batería es hacerlas modulares. Los fabricantes de automóviles no tienen que modificar el diseño de sus vehículos, solo tienen que dividir sus grandes baterías en módulos. Independientemente del vehículo, Ample puede agregar o quitar baterías modulares según la forma y el espacio disponible.
Módulos de baterías de Ample.
Esta idea no solo puede facilitar la integración, sino que también requiere un espacio más pequeño para quitar y almacenar módulos en el lugar en el que se instala la estación. También añade otra ventaja relacionada con la longevidad de los vehículos eléctricos. Los avances y mejoras en la química de las baterías pueden integrarse más fácilmente en estos módulos de la batería intercambiables y funcionar en paralelo con otras tecnologías anteriores en cualquier vehículo eléctrico compatible. De esta manera, tanto los fabricantes como los usuarios podrían disfrutar de la última tecnología de baterías si necesidad de desarrollar un nuevo modelo o adquirir otro cada poco tiempo.
El proceso de intercambio de baterías
Una vez que el vehículo eléctrico está equipado con estos módulos de batería, el conductor que llega a una de estas estaciones lo sube a una de las plataformas que forman la estación. El proceso automatizado extrae los módulos descargados y los reemplaza por otros en menos de 10 minutos, sin necesidad de que el conductor baje del vehículo. Los módulos extraídos se trasladan a la zona de recarga para que puedan ser incorporados a otros vehículo.
Robot autónomo de Ample: proceso de intercambio de módulos de baterías.
Por ahora, Ample no ha ofrecido información sobre el precio que podría costar este proceso a los usuarios. Por ahora, el objetivo del proyecto es reducir los costes de recarga para que sean similares a lo que implica repostar combustibles fósiles.
El diseño de la estación de intercambio permite que pueda ser ensamblada en el lugar final en el que se ubicará de manera sencilla y rápida, en una semana, sin necesidad de excavaciones ni grandes obras. Solo requieren un área plana y acceso a la red eléctrica. El espacio que ocupa es aproximadamente de dos plazas de estacionamiento de tamaño medio. Ample asegura que cuenta con recursos energéticos procedentes de energías renovables como para aliviar la demanda a la red para recargar las baterías. Además, la recarga se realiza en un momento diferente al que se requiere la energía, lo que permite controlar cuándo y cuánta energía extrae de la red eléctrica.
Proyecto piloto y coches eléctricos ya adaptados
Como proyecto piloto, Ample se ha enfocado en su empleo en diversas flotas que trabajan en el Área de la Bahía de San Francisco, en California. Además de las flotas de vehículos municipales participan vehículos de entrega de mercancías de última milla, servicios de viajes compartidos y algunos de los vehículos que trabajan con Uber.
Además, Ample asegura que está trabajando activamente con varios grandes fabricantes de automóviles para permitir el despliegue masivo en Estados Unidos, Europa y Asia. Actualmente, la compañía ha integrado sus baterías modulares en nueve modelos de vehículos de cinco fabricantes de automóviles diferentes.