Volkswagen España reunió en el ID. House de Madrid a toda la familia eléctrica de la marca. Allí estaban presentes el ID.3 y el ID.4, acompañados de sus variantes GTX (la reinterpretación de las clásicas siglas deportivas GTI), el nuevo ID.5, un SUV cupé que se empezará a comercializar en mayo y el ID.6, un modelo pensado para los gustos del mercado chino que no se venderá en Europa y el flamante ID. Buzz, la furgoneta eléctrica que hace revivir a la mítica T2 y que es el modelo más emocional de la familia. Pero escondido en el garaje de la casa, y vigilado por los ingenieros alemanes que todavía trabajan en él, se encontraba el ID. Life, el más pequeño de la familia, que se asentará sobre una plataforma modificada a partir de la MEB y que, todavía como prototipo, muestra como imagina Volkswagen el futuro de la movilidad en las ciudades.
Bajo la continua supervisión de los ingenieros alemanes que lo miman para que no sufra ningún desperfecto, Volkswagen ha mostrado en Madrid el prototipo de trabajo del ID. Life que el equipo de desarrollo utiliza para hacer realidad lo que se les pasa por la imaginación. El coche presenta una firma lumínica muy personalizada tanto en la parte delantera como en la trasera. En la zaga esta resalta los dos faros delanteros unidos por una línea horizontal que recorre toda la parte baja del capó y un logo de la marca retroiluminado. En la parte trasera se repite la misma firma aunque esta vez en color rojo.
Destacan en este prototipo los paneles plásticos de su carrocería, formados a partir de materiales compuestos y con un acabado satinado que le dan un aspecto pétreo. El ID. Life presenta además, tanto en el capó como en el techo, paneles de carrocería en material textil, impermeable y altamente resistente cuyo empleo está relacionado con la reducción del peso. Ambos cuentan con un sistema de cremalleras que permiten abrir la zona que cubren. En el caso del capó para acceder a un maletero delantero y en el caso del techo para disfrutar de la conducción al aire libre.
Ya en el interior, además del minimalismo que se respira y la iluminación mediante tiras LED de diferentes tonalidades destaca una gran pantalla que se sitúa sobre el parabrisas, cubriéndolo por completo en la que es posible proyectar imágenes. Una solución para un futuro en el que la conducción autónoma será un hecho y en el que los coches eléctricos no precisarán de un conductor a los mandos de un inexistente volante, y que podrán disfrutar del ocio o trabajar mientras se desplazan de un lado a otro.
El ID. Life se presentó por primera vez en el Salón del Automóvil de Múnich de 2021 y se hará realidad, quizás bajo el nombre de ID.1 o ID.2, o quizás manteniendo su nombre actual, en 2025. Los segmentos A y B, los de los vehículos utilitarios, económicos y con autonomía para cualquier desplazamiento urbano se están convirtiendo en un objetivo clave para los fabricantes. Sin embargo la planificación de la producción y su estrategia de comercialización resulta compleja. La rentabilidad económica depende de un elevado volumen de ventas para que la inversión tecnológica se vea compensada por el pequeño beneficio que deja cada una de ellas. La batería, que en coches más grandes supone ya entre un 30 y un 40% del coste total, en este caso se eleva por encima de ese porcentaje. Con su electrificación, la inversión crece y con ella el precio, mientras que las ventas se reducen, por lo que un coche eléctrico del segmento A no es precisamente rentable.
Aquí entra en juego la nueva plataforma MEB Small (o Entry) que desarrolla Volkswagen para sus coches eléctricos pequeños y que estará terminada en 2025. De ella derivará no solo este ID. Life, sino los modelos del resto de las marcas del grupo que quieren entrar a competir en el segmento de los utilitarios eléctricos y urbanos de menos de cuatro metros, que también son muy demandados por las empresas de carsharing.
Según Volkswagen, gracias a su diseño y a la reducción de costes que implica, podrá dar lugar a coches eléctricos urbanos que podrán ponerse a la venta por un precio que estará entre los 20.000 y los 25.000 euros antes de las ayudas y que a medida que fabriquen en mayor volumen podrán reducir más su precio.
Como limitación, la plataforma MEB Small no permitirá desarrollar sistemas eléctricos de tracción trasera. Para el Volkswagen ID. Life Concept, la marca anunció una capacidad de batería de 62 kWh (57 kWh útiles) que se corresponde con la capacidad que puede albergar la versión intermedia de la MEB (45/48 kWh, 58/62 kWh y 77/82 kWh). Eso quiere decir que, si es posible implementar una batería de este tamaño, también podrá albergar una de 45-48 kWh, que podría ser la línea que delimitara los precios base de los modelos que genere: alrededor de 20.000 euros para los que monten la batería de 48 kWh con autonomías de 300 kilómetros y alrededor de 25.000 euros para los que monten la de 62 kWh con 400 kilómetros de autonomía.
En cuanto a la potencia de los motores que podrá albergar la plataforma, en el caso del ID. Life este es de 172 kW (231 CV) que debería corresponderse con las variantes y los equipamientos superiores de la gama. Las versiones de nivel de entrada dispondrán de motores más modestos. Respecto a las capacidades de recarga rápida en corriente continua, Volkswagen anunció que podrían recuperarse el 40 % de la capacidad (entre el 20 y el 60 %) en 10 minutos.