La bancarrota de Northvolt amenaza con retrasar los nuevos coches eléctricos de Porsche y Audi

El mayor y más importante fabricante de baterías de Europa se ha declarado en bancarrota. La producción se ha reducido al máximo y dos grandes marcas dependen de sus baterías.

Los nuevos 718 eléctricos de Porsche dependen completamente de las baterías de Northvolt.
Los nuevos 718 eléctricos de Porsche dependen completamente de las baterías de Northvolt.
09/12/2024 10:30
Actualizado a 09/12/2024 10:30

Era la gran esperanza de Europa. La empresa que conseguiría liberarnos de las garras energéticas de China. Northvolt estaba destinada a ser el más grande de los fabricantes de baterías a nivel europeo. Sin embargo, ese sueño se ha tornado en pesadilla. La marca sueca ha iniciado los trámites de bancarrota, dejando en la cuerda floja muchos grandes proyectos que ya estaban en marcha. Dos fabricantes, Porsche y Audi, serán los más afectados sin es que nada ni nadie le ponen remedio. Fuentes alemanas aseguran que los trabajos podrían retrasarse durante meses.

Los últimos resultados financieros de Northvolt demostraban una delicada salud financiera. La compañía sueca no era capaz de cumplir con sus propios objetivos. Muchos retrasos en las líneas de montaje y promesas incumplidas provocaron la ruptura de muchos contratos importantes, como el firmado con BMW años atrás por valor de 2.000 millones de euros. Los de Múnich no eran los únicos con intereses en la supervivencia de Northvolt. Tal y como apuntan desde Alemania, Porsche y Audi han confiado a los suecos sus baterías. Con el actual ambiente de incertidumbre que rodea a la empresa, muchos son los que aseguran que la producción de Northvolt no será lo suficientemente grande como para suplir las necesidades de las marcas.

Audi Plataforma
Audi podría buscar un rápido reemplazo para los acuerdos que le atan a Northvolt.

Toda la serie 718 de Porsche depende de las baterías de Northvolt

Audi y Porsche, Porsche y Audi podrían verse obligadas a retrasar sus lanzamientos. Varias marcas del Grupo Volkswagen podrían ser las afectadas, entre ellas Scania, que exclusivamente compra módulos suecos. Audi está revisando si el contrato que les une a Northvolt todavía puede cumplirse o si, por el contrario, es posible una rescisión por incumplimiento. Ni que decir tiene que esta ruptura, al igual que la de BMW en el pasado, podría suponer un duro varapalo para los intereses de la compañía sueca. La Unión Europea la considera como una de sus marcas fundamentales. Ha aportado centenares de millones a su desarrollo. Dinero público que ahora puede irse por el sumidero si no se encuentra una solución rápida.

Sin duda alguna, tal y como apuntan las fuentes, la empresa más comprometida es Porsche. Si bien los actuales Taycan y Macan no dependen de las baterías de Northvolt, los futuros 718 sí. Northvolt es, ahora mismo, el único proveedor de baterías para la futura línea de productos 718. Los Cayman y Boxster se electrificarán para su próxima generación. Los ingenieros de Porsche llevan años trabajando en ellos. Varias son las unidades de pruebas descubiertas en público y varios los detalles no oficiales aportados. Todo ese trabajo depende ahora de que los suecos sean capaces de cumplir con la agenda de producción. El lanzamiento de los nuevos 718 está programado para el próximo curso.

Batería Porsche
Porsche ha puesto toda su confianza en el desarrollo y en el trabajo de Northvolt.

No hay nada seguro ahora mismo. Todas las partes muestran una más que razonable y evidente preocupación. La quiebra presentada por Northvolt en Estados Unidos no debería afectar mucho a la producción europea. La planta de Heide, Alemania, operada y gestionada por filiales todavía no se ha visto afectada por los recortes. Northvolt ha asegurado que despedirá a un 20% de su plantilla, mientras que sospecha que son los propios chinos los que están saboteando la empresa. Muchos millones están en juego, incluidas las grandes inversiones en la marca. Volkswagen y Goldman Sachs han sido de las empresas que más han invertido y son las primeras que quieren mantenerla a flote. Todavía hay muchas fábricas operativas en Europa, y muchas más a la espera de iniciar la producción.