Dos empresas de Reino Unido, Aceleron y Eco Charger, han creado una batería de iones de litio en la que se pueden reemplazar sus componentes cuando se detecta una degradación excesiva en alguno de ellos. Con este patrón, la mayoría de los materiales que la forman y los recursos utilizados para fabricarla permanecen en la economía lo máximo posible reduciendo la generación de residuos. De esta forma, una batería puede continuar dando servicio a un coche eléctrico sin acusar una excesiva degradación durante 25 años.
Según los pronósticos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) las ventas de vehículos eléctricos alcanzarán los 44 millones de unidades en 2030. Este dato, muy esperanzador para la descarbonización del sector del transporte, plantea un nuevo problema de sostenibilidad: los residuos. Cada uno de esto vehículos cuenta con una batería compuesta por una gran cantidad de materiales químicos que cuando, finalicen su vida útil, se convertirán en residuos. En 2030, estas baterías podrían llegar a generar más de 11 millones de toneladas de desperdicios al año.
Aceleron, una empresa británica especialista en el desarrollo de baterías sostenibles y reutilizables, se ha asociado con Eco Charger, un diseñador de vehículos eléctricos todoterreno (ATV), para crear baterías basadas en la economía circular que reducen considerablemente los residuos. Por ahora, el resultado de esta colaboración es una batería de iones de litio creada a medida para los ATV de Eco Charger, cuya vida útil puede alcanzar los 25 años, ocho veces más que la que soportan las baterías de plomo-ácido que hasta ahora se empleaba en estos vehículos. Respecto a una batería de iones de litio la duración de la batería se multiplicaría prácticamente por tres.
Volumen de residuos generados por las baterías de los coches eléctricos.
Gracias al software de gestión inteligente desarrollado específicamente, es posible supervisar de manera remota el rendimiento de la batería para mejorar su vida útil. Los sensores incorporados en el interior permiten detectar la degradación de los componentes. Por otra parte, el diseño está especialmente estudiado para poder acceder a cada uno de ellos y reemplazarlo, extrayendo los materiales para su posterior reutilización o reciclaje. A su vez, también es posible cambiar esos componentes cuando es posible sustituirlos por otros más actualizados.
Este diseño tan particular, permitirá a Aceleron reutilizar más del 90% de las baterías de Eco Charger para una segunda vida a través de este innovador esquema de "recompra". Los materiales que componen las baterías y los recursos que han sido empelados para su fabricación, permanecen en la economía mucho más tiempo, reduciendo al mínimo la producción de desechos.
"Al diseñar desde cero baterías bajo los principios de la economía circular podemos evitar que se generen montañas de desperdicios de baterías en todo el mundo", asegura Amrit Chandan, CEO y cofundador de Aceleron. En su opinión, si bien la descarbonización del transporte es crítica, no se debe resolver un problema de sostenibilidad ignorando otro. "La basura es el elefante en la habitación", afirma Chandan.