Todo el mundo da por hecho que las baterías de iones de litio convencionales han llegado a su techo. La tecnología no evoluciona tan rápido como hace unos años y los mayores expertos ya miran al futuro. Las baterías de electrolito sólido se revelan como el siguiente paso en el campo de la movilidad eléctrica y todos los fabricantes se muestran decididos a desarrollar sus propias baterías. La carrera tecnológica ya ha empezado y todos buscan anunciar sus lanzamientos adelantándose a los de la competencia. SAIC parece que será de las primeras en sumarse a la fiesta, tal y como adelanta un medio chino.
El Grupo SAIC es el mayor conglomerado automovilístico del país. Entre sus marcas figuran algunas como MG. La compañía inglesa lleva años bajo el yugo chino. En estos años ha sufrido un cambio radical y hoy es una de los fabricantes que más crece en Europa gracias a sus coches de precio razonable, incluidos los eléctricos como el MG4 o el más reciente MG Roadster. La estrategia de la compañía es seguir ofreciendo productos atractivos basados en la tecnología compartida de SAIC.
Tal y como recoge la prensa local, la compañía lleva desarrollando la próxima generación de baterías desde julio del año pasado. Para lograr el objetivo, se ha unido estrechamente con la empresa QingTao Energy Development y parece que los esfuerzos conjuntos están dando sus frutos. Los avances, según fuentes internas, son prometedores, pero, por ahora, ninguna de las compañías ha querido desvelar datos oficiales del progreso o de los objetivos que persigue el mencionado proyecto.
Si nos remontamos a julio del año pasado, momento en el que se anunció la colaboración y el inicio de la investigación, SAIC mencionó que la intención era la producción en masa de baterías de electrolito sólido con al menos una autonomía de 1.000 kilómetros y una tecnología de carga rápida 4C. Eso supondría que una batería corriente podría estar completamente cargada en apenas 15 minutos en puntos de carga ultrarrápidos. Al menos, esas son las estimaciones de la industria con respecto a la tecnología de carga de próxima generación.
Todo el sector parece obsesionada con el desarrollo de las baterías de estado sólido. Los principales fabricantes del mundo ya están trabajando en ellas de forma individual o compartida mediante firmes asociaciones. Nissan espera tenerlas listas y a máximo rendimiento en 2028. Desde Alemania se muestran más cautos con respecto a la implantación masiva de las pilas de estado sólido. En BMW son firmes defensores de que en 10 años serán el estándar de la industria. Lo único realmente palpable es que Europa ya cuenta con un coche de producción con baterías semisólidas. Ese honor lo tiene el DFSK Seres 5 que ofrece una pila de estado semisólido de 90 kW de capacidad con 530 kilómetros de autonomía.