El precio de las baterías está experimentando un descenso espectacular en los últimos años. Según informa la consultora BloombergNEF ha caído un 89% desde 2010, situándose en 2020 en una media de 137 dólares/kWh. Además, por primera vez, el precio de las baterías se ha situado por debajo de los 100 dólares/kWh en el caso de algunos autobuses eléctricos de China. Si bien estos han sido los precios más bajos que se han reportado en la historia, el promedio de las baterías para este tipo de transporte allí es de 105 dólares/kWh. La consultora prevé que, en 2023, el precio promedio real se acercará a los 100 dólares/kWh.
El precio del kWh, a nivel de celda o a nivel de batería, se utiliza frecuentemente para medir el estado y la evolución del mercado de las baterías. Así, por ejemplo, en el caso de Tesla, el precio de la batería ya lista para instalarse en el vehículo, es decir con las celdas empaquetadas y todos los sistemas implementados, es de 150 dólares/kWh. Eso quiere decir que la batería más grande que incluye en sus coches eléctricos, las de 100 kWh que montan el Model S y el Model X, cuesta aproximadamente 15.000 dólares. De este dato se puede deducir que el coste de este componente en este caso es de un 23% del total, ya que actualmente el precio de entrada del Model S en Estados Unidos es de 64.000 dólares.
Los expertos fijan un coste de 100 dólares por cada kWh (90 euros/kWh) para una batería ya empaquetada como el punto de inflexión para lograr la paridad de precios entre un coche eléctrico (sin subsidios) y uno de combustión de la misma categoría. Teniendo en cuenta que el coste total de propiedad de un eléctrico es muy inferior a uno de combustión, gracias al ahorro en el combustible y el mantenimiento, la decisión de compra favorecerá claramente a la nueva tecnología.
En 2010, el precio promedio de una batería era de 1.100 dólares/kWh. En una década, la reducción ha alcanzado un porcentaje del 89% en términos reales, hasta los 137 dólares/kWh actuales. Para lograr el objetivo que se ha marcado la industria que debería significar el punto de inflexión para que, al menos por precio de compra, un vehículo eléctrico iguale a uno de combustión equivalente quedan todavía un par de años. BloombergNEF estima que esta situación se producirá en 2023.
Evolución del precio del kWh de las baterías de los coches eléctricos a nivel de celda y a nivel de paquete. Fuente BloombergNEF.
James Frith, autor principal del informe, asegura que el dato de que en China ya se hayan logrado baterías por debajo de este precio para el caso de algunos autobuses eléctricos no es anecdótico. En realidad, se trata de "un hito histórico", añade, y supone la confirmación de que la industria ya ha recorrido un camino que no tiene vuelta atrás.
Dentro de unos años, el promedio se situará definitivamente en este nivel. Incluso aunque los precios de las materias primas volvieran a los máximos de 2018 "solo se retrasaría el momento de lograrlo, no descarrilaría el proceso en el que está situada la industria". Este hecho es así porque los fabricantes están invirtiendo en toda la cadena de valor de este componente, desde las minas de las que se extraen las materias primas, hasta la investigación y la producción de los electrodos, lo que hace que "la industria se está volviendo cada vez más resistente a los cambios en los precios en origen".
El caso de la reducción del precio de las baterías de los autobuses eléctricos chinos se debe principalmente a que en estos vehículos es habitual emplear baterías de iones de litio con cátodos de fosfato de hierro (LFP) que en la actualidad conllevan menores problemas de escasez de materias primas y por lo tanto son más económicas. Esta tecnología no se emplea habitualmente ya que su densidad energética es inferior, aunque sí ofrece una alta durabilidad. Sin embargo, algunos fabricantes, como la propia Tesla, están comenzando a implementarlas en sus coches eléctricos, como es el caso del Model 3 que se fabrican en China.