Mientras BMW acelera sus planes para una gama con más presencia de eléctricos, algo en lo que hasta ahora parecía haberse quedada descolgada respecto a la competencia, el fabricante bávaro apuesta de manera firme por los híbridos enchufables y el papel que pueden desempeñar para lograr una movilidad sin emisiones en las ciudades. En este sentido apunta el nuevo sistema que ha presentado BMW, llamado BMW eDrive Zones: una funcionalidad que reconocerá cuándo estamos circulando por un área delimitada como zona de bajas emisiones y pondrá automáticamente el coche en modo eléctrico.
Así funciona el sistema BMW eDrive Zones
El BMW eDrive Zones utilizará un sistema de geolocalización para saber cuándo nos adentramos en un área restringida a vehículos de bajas emisiones o emisiones cero, como es cada vez más frecuente en grandes ciudades. Cuando el coche se adentre en una de estas zonas, cambiará automáticamente al modo de conducción puramente eléctrica. De esta manera, los híbridos enchufables podrían tener los mismos derechos de acceso a las zonas verdes que los vehículos totalmente eléctricos.
Este sistema pasará a formar parte del equipamiento de serie en todos los híbridos enchufables de la marca a partir de 2020. Lo que BMW no ha puntualizado es qué pasaría, y qué repercusión legal tendría para el propietario del coche (sanciones, por ejemplo), cuando el vehículo se adentrase en una de estas zonas pero la carga de la batería fuese insuficiente para circular en modo totalmente eléctrico.
La primera prueba en condiciones reales para esta nueva función eDrive Zones es el proyecto piloto "Electric City Drive", una iniciativa conjunta de BMW y la ciudad de Rotterdam en colaboración con la Universidad Erasmus de la misma ciudad. Este sistema comenzó el año pasado preguntando a los conductores, a través de una app, si querían dejar de utilizar el motor de combustión cuando se acercaban a la ciudad en pro del motor eléctrico. Según BMW, el 90% de los conductores elegía la propulsión eléctrica.
El problema de los vehículos eléctricos falsos
Uno de los aspectos más criticables -y criticados, de hecho- sobre los híbridos enchufables viene motivado por el tipo de coches en el que se emplea esa arquitectura, y el uso que se les da por norma general. Muchos fabricantes aprovechan la actual legislación y condiciones de homologación para lanzar modelos híbridos enchufables que son capaces de recorrer solo unos pocos kilómetros en modo eléctrico, suficientes para homologar bajos consumos y emisiones y salvar las restricciones (y sanciones) de la Unión Europea, pero combinados con motores de combustión (a veces de gran cilindrada) que son los que funcionan la mayor parte del tiempo en condiciones reales. Son los llamados vehículos eléctricos falsos. En la mayoría de países suelen tener beneficios fiscales por sus -en teoría- menores emisiones, pero lo cierto es que en países como Reino Unido el Gobierno ya ha puesto la lupa en este tipo de coches.
La razón es sencilla: el gobierno incentiva la compra de los híbridos enchufables subvencionando parte del coste de adquisición del vehículo, sobre la base de ser menos contaminante, y la realidad es que luego los propietarios no los enchufan y apenas los usan en modo eléctrico. La idea de BMW podría significar un cambio de paradigma en el uso de los híbridos enchufables y, quizá, también la antesala a una ley que exija este sistema como equipamiento obligatorio para todos los híbridos enchufables en los próximos años.