La llegada del coche eléctrico ha supuesto toda una revolución en la industria. En poco tiempo los fabricantes y las empresas secundarias se han centrado en la creación y evolución de componentes específicos para los vehículos a pilas. Bosch, un gigante de la industria, ha conseguido desarrollar la próxima generación de semiconductores. Chips de carburo silicio (SiC) que prometen ser especialmente válidos para los vehículos eléctricos.
En la primavera de este año ya supimos que Bosch, en colaboración con Porsche y Fraunhofer, estaban sumergidos en un proyecto revolucionario al que ellos llamaban: proyecto SiCeffizent. Ahora, ese estudio ha dado sus frutos y la empresa alemana ya ha iniciado la fabricación de esos chips que prometen revolucionar la industria en plena crisis mundial de semiconductores. Poco a poco irán llegando a los fabricantes y a los primeros modelos comerciales mejorando los ratios de consumo.
Los semiconductores desarrollados por Bosch con tecnología de carburo de silicio hacen un uso especialmente eficiente de la energía, por lo que se presentan especialmente provechosos para aplicaciones que consuman mucha energía, como la electromovilidad. Los chips SiC garantizan una eficiencia un 6% superior a sus homónimos de silicio convencional, aprovechando mejor los recursos del vehículo y extendiendo la autonomía de las baterías a un mayor nivel.
Los chips de carburo de silicio son un 6% más eficientes que los de silicio convencional.
El secreto detrás de este gran rendimiento reside en el diminuto átomo de carbono que se introduce en la estructura cristalina del silicio ultrapuro. Esto provoca que la materia ofrezca propiedades físicas especiales. Sirva como ejemplo: los semiconductores SiC soportan frecuencias de conmutación más altas, perdiendo solo la mitad de la energía en forma de calor. Los chips son especialmente importantes para sistemas de 800 voltios, donde permiten una recarga más rápida y un mejor rendimiento.
Las ventajas parecen ilimitadas, y Bosch espera que su uso se extienda con el paso de los años ya que permitirá un abaratamiento del vehículo eléctrico al requerir menos sistemas de refrigeración de los actuales modelos. Aunque la producción ya ha dado comienzo, los semiconductores de carburo de silicio pronto empezarán a suministrarse a diferentes fabricantes, ya sea como chips sueltos o instalados en sistemas electrónicos desarrollados por la compañía como la caja de cambios CVT presentada hace tiempo o el nuevo cable de carga Tipo 2.
Aunque nos encontremos en plena crisis mundial por la falta de semiconductores, Bosch estima que en los próximos años el mercado mundial crecerá un 30%. Para ello ha invertido grandes cantidades de dinero, no solo en el estudio y desarrollo de la tecnología, también en la construcción de instalaciones específicas donde llevar a cabo la fabricación. Ya se han sumado más de 1.000 metros cuadrados, y pronto se sumarán otros 3.000 para finales de 2023. Todo está preparado para enfocar el futuro en una dirección más eficiente y eléctrica.