¿Cómo diablos puede un coche (o cualquier otra cosa) ser más seguro a base de provocar explosiones? Suena raro, pero es lo que hace Bosch en las baterías de los coches eléctricos e híbridos para eso, hacerlos más seguros. A priori suena a idea loca, pero viniendo de una firma como Bosch es una tecnología que tiene todo el sentido del mundo. Y es que, si lo piensas, para el accionamiento de un airbag también se provoca un pequeña explosión pirotécnica y nadie parece ponerlo en duda. Ahora, la firma alemana nos presenta una tecnología que mediante pequeñas explosiones controladas permite tener un entorno más seguro en caso de tener un accidente con un coche eléctrico.
Aparte, obviamente, de los posibles daños personales, para mucha gente es una verdadera preocupación pensar en el comportamiento del sistema eléctrico de un coche eléctrico en caso de colisión. Una enorme batería funcionando a 400 u 800 voltios, cables de alta tensión recorriendo el coche de un extremo a otro... ¿Cómo reaccionarían ante la eventualidad de un accidente de tráfico? Muchas personas pensarán, no sin falta de cierta razón, que la corriente de la batería podría filtrarse en la carrocería metálica y producir descargas, pero para eso existen métodos de seguridad para desconectar la batería en cuestión de milisegundos.
Bosch emplea chips semiconductores que se encargan de esa tarea, de modo que tras el accidente nadie (ocupantes de vehículos, equipos de rescate, personas que acudan al primer auxilio, etc.) pueda entrar en contacto con ningún componente que transporta corriente. Estos dispositivos semiconductores son parte de un sistema interruptor de seguridad pirotécnico, o pirofusible, que es capaz de "apagar" o inutilizar secciones enteras del cableado conectado a la batería por medio de pequeñas cargas explosivas controladas. De esta manera, los cables quedan aislados y se corta rápidamente la circulación de energía.
El funcionamiento es sencillo, al menos sobre el papel. Cuando, por ejemplo, el sensor de los airbags detecta un impacto, estos pequeños chips (especialmente diseñados para esta función y con un tamaño aproximado de 10x10 milímetros) activan el sistema pirotécnico. Esto desencadena pequeñas explosiones que abren una brecha entre entre la batería y la electrónica de potencia, desconectando ambas. Al cortar el flujo de corriente de esta manera, Bosch asegura que se elimina el riesgo de descarga eléctrica o incendio -aunque, evidentemente, nadie puede descartar esta posibilidad al 100%- y permite a los bomberos trabajar de manera más rápida y segura rescatando a las víctimas.
Con cada vez más coches híbridos y eléctricos circulando en nuestras carreteras, son también muchos los conductores que sienten cierta inseguridad, o al menos dudas, sobre la posibilidad de descargas o posibles cortocircuitos que desencadenen un incendio en la batería. Sin embargo, y a pesar de que cada coche eléctrico incendiado suele ocupar portadas y acaparar titulares voraces, con datos en la mano el riesgo de incendio en los coches eléctricos es notablemente menor que en coches de combustión.