En Wolfsburgo están preocupados por la rentabilidad de su gama. Volkswagen busca por todos los medios recuperar la senda positiva en los márgenes de beneficio. El objetivo es alcanzar un 6,5% de rentabilidad y, para ello, debe buscar todas las soluciones que tenga a su alcance, desde el lanzamiento de nuevos productos hasta la adjudicación de fábricas. La reorganización de producción que planea Volkswagen será muy importante. Hay dos centros que ganan peso: Zwickau y la sede de Wolfsburgo. El resto de planes no se alteran, incluyendo la fábrica de baterías de Sagunto, en Valencia.
Los alemanes tienen muchos y muy ambiciosos proyectos para liderar la etapa de la movilidad eléctrica. Sin embargo, los objetivos no se están cumpliendo. Las cifras de ventas están lejos de las esperadas. La semana pasada supimos que Volkswagen y CUPRA van a paralizar temporalmente la producción de dos de sus eléctricos ante la baja demanda. La planta de Zwickau detendrá el ensamblaje de los ID.3 y Born durante dos semanas. Esto ha dado pie a los directivos a pensar en una nueva estrategia de producción de todo el conglomerado alemán.
Los planes originales de Volkswagen consistían en la construcción de una nueva fábrica en las inmediaciones de Wolfsburgo con un presupuesto estimado de 2.000 millones de euros. Sin embargo, tras analizar las opciones, la cúpula directiva ha desestimado la medida y, en su lugar, ha optado por redistribuir la producción en todos sus centros. Un cambio que tendrá dos instalaciones principales: Zwickau y Wolfsburgo. La sede tendrá la difícil tarea de alumbrar la próxima generación del Volkswagen Golf que, como ya ha quedado confirmado, será 100% eléctrica. Verá la luz a finales de la presente década y ahora sabemos que se apoyará sobre la plataforma SSP.
Wolfsburgo también se encargará de producir el modelo hermano del Golf bajo la marca CUPRA. Todavía es pronto para saber si seguirán llamándose León, pero lo que está claro es que no se hará bajo el paraguas de SEAT, lo que una vez más alimenta los rumores de una más que posible transformación de la marca española. El Tiguan eléctrico y el sucesor del Tiguan Allspace, que llegarán en 2026 y 2025, respectivamente, también nacerán en las instalaciones. Todos los planes de fabricación hasta 2028 han sido aprobados por la junta directiva, presidida por Oliver Blume.
A lo largo de los últimos años, el conglomerado alemán ha invertido grandes cantidades de dinero en la modificación de las instalaciones de Zwickau para así ajustarse a los requerimientos de la plataforma MEB, la que emplean actualmente los ID y diversos modelos de Audi, Skoda y CUPRA. Con la nueva reestructuración, Zwickau se encargará de fabricar los modelos basados en el emblemático proyecto Trinity. Durante mucho tiempo el programa ha estado entrando y saliendo de los planes de la compañía. Ahora parece haber tomado el rumbo definitivo. Su producción en masa no arrancará hasta finales de la década. Mientras tanto, la fabricación irá asignándose paulatinamente.